COTIA.- Algún locutor de fútbol colombiano lo llamó “El Mariscal” y el apodo se quedó para siempre porque Mario Yepes se convirtió desde hace tiempo en el comandante de la defensa colombiana, cargo que entregará con honores tras el Mundial.

Con 38 años y consciente de que le falta poco para el retiro, el defensor no se cansa de decir que está cumpliendo un sueño que tenía de niño, el de jugar un Mundial, y que veía alejarse por los consecutivos fracasos en las eliminatorias sudamericanas.

¿Viejo para jugar un Mundial? Yepes sonríe ante la pregunta y responde: “Corro como uno de 25 y el techo es llegar lo más lejos posible”.

De hecho, siquiera es el más veterano de la selección colombiana, que ya superó el logro del equipo que en el Mundial de Italia 1990 llegó hasta los octavos de final, pues el de más edad es el portero suplente Faryd Mondragón, que acaba de cumplir 43 años.

Yepes y Mondragón son inseparables, no necesariamente porque sean los más veteranos del equipo, sino porque ambos son caleños y empezaron en las divisiones inferiores del Deportivo Cali.

Pero mientras los caleños tienen fama en Colombia de ser buenos para el baile, Yepes no se arriesga a seguir el ritmo del “coreógrafo” de la selección, el defensor Pablo Armero, quien ha llamado la atención en el Mundial por las danzas para celebrar los goles.

La veteranía del reflejo se refleja en sus palabras cuando habla con mesura de los triunfos colombianos en el Mundial, algo que no muchos esperaban a pesar de que el equipo “cafetero” ha permanecido por un buen tiempo en los primeros lugares del escalafón de selecciones de la FIFA. “Estamos asimilando la victoria. Somos maduros y sabemos lo que estamos haciendo. Ahora estoy disfrutando todo esto y pensaremos en Brasil, con el que jugaremos seguramente otra final”, dijo el capitán colombiano sobre el partido del viernes contra Brasil.

Tanto en los partidos contra Grecia y Costa de Marfil en la fase de grupos, así como frente a Uruguay, en los octavos de final, Yepes reafirmó su papel de liderazgo en la cancha que ha cumplido en 101 partidos con la camiseta amarilla de la selección. El técnico de Colombia, José Pekerman, le dio descanso en el último partido del grupo C ante Japón, no sólo porque el equipo ya estaba clasificado sino porque el zaguero sufrió una leve molestia muscular que ya superó.

Durante la Eliminatoria Sudamericana Yepes hizo pareja en el sector central de la defensa con Amaranto Perea, quien a último momento no pudo jugar el Mundial por una lesión. Pekerman puso en su reemplazo a Cristian Zapata, con quien no tardó mucho en acoplarse. De hecho, los dos formaron hace algún tiempo en Milan italiano una de las mejores parejas de centrales del mundo.

Yepes está satisfecho con su pasado en Cortuluá y Deportivo Cali de Colombia, River de Argentina, Nantes y París Saint-Germain de Francia y Chievo Verona, Milan y Atalanta de Italia. También está feliz por el presente en el Mundial pero no piensa mucho en el futuro, aunque sabe que el retiro se aproxima.

“No he pensado en eso. Estoy aprovechando al máximo esto que estoy viviendo y seguro más adelante, al final del Mundial, sacaremos las conclusiones”, concluyó “El Mariscal” colombiano.