Nadie mejor que el propio técnico, Alejandro Sabella, para decidir con qué jugadores irá a Brasil. Y está claro también que, a veces, en el fútbol, y en cualquier otro deporte colectivo, un equipo no se forma con los que mejor juegan sino con los que mejor juegan juntos. Aclarado este punto, cuesta entender que, con tanto tiempo que se tuvo por delante, el cuerpo técnico y el plantel de la selección argentina no hayan encontrado el modo para evitar que Carlos Tevez, después de Leo Messi, el mejor atacante argentino de la última temporada, quedará afuera del Mundial. Y un jugador que desequilibre, sabemos, vale oro. Más aún después de ver un final de temporada demasiado terrenal de Messi, incluida la final de la Liga española.

“Una decisión muy íntima del grupo”. A falta de explicaciones precisas de Sabella, fue Julio Grondona, presidente de la AFA, quien buscó fundamentar la exclusión de Tevez de la lista de 30 jugadores que se difundió el martes pasado.

La frase, sin embargo, contradice, lo que dijeron varios jugadores. Que ellos, dijeron, no tenían problema alguno con Tevez y que la decisión de su convocatoria o no era pura y exclusiva competencia del técnico. Grondona, en cambio, habló del “grupo”.

No se pretende aquí reiterar los viejos cruces, frases y actitudes que, supuestamente, habrían provocado la marginación de Tevez. Ya fueron suficientemente difundidos. Y lejos se pretende aquí alimentar campañas de patrocinadores de “Carlitos” o caer en simplismos tales como que Tevez debe estar porque “es el jugador del pueblo”. Las fuentes consultadas me aseguran que Grondona intentó a último momento convencer a Sabella de la conveniencia de citarlo.

Viejo zorro, Grondona quería evitar que quedara algún flanco abierto, que nadie pueda decir nada en caso de derrota en Brasil. Ya no será así. Tevez será olvido si los atacantes convocados no se lesionan y hacen goles. Pero será deuda eterna, e inútil, si sucede lo contrario.

Algunos desaires de Tevez hacia la selección, especialmente en la última Copa América de Argentina 2011, fueron evidentes. No hay discusión sobre eso. ¿Pero acaso la gente sigue siendo siempre la misma durante toda su vida?

Me cuentan que Tevez aprendió a aceptar mejor ciertas reglas de juego y a darse cuenta de que, además de derechos, también tiene obligaciones, después del duro parate que le impuso su anterior club inglés, Manchester City, tras una discusión con el DT Roberto Mancini.

Lo demostró en toda su última temporada en Juventus. Llegó a un equipo campeón y de estrellas. Y la rompió. Pero no fue sólo eso. Sobre el final del campeonato italiano, y pese a que tenía clarísimas chances de terminar como máximo artillero, aceptó sin chistar la decisión del DT Antonio Conte de ir al banco. El técnico decidió que quería tener a Tevez entero para la Liga de Europa y lo reservó en partidos en los que “Carlitos” podría haber sumado más goles. Tevez no dijo ni mú. Es decir, el jugador que siempre, según parece, exige jugar, ahora aceptó ir al banco sin problemas.

¿No hubo acaso espacio ni tiempo para que desde la Selección se hablara con él para aclararle que, muy posiblemente, iniciaría también como suplente en Brasil? ¿Habrá intentado hacerlo Sabella?

Porque podría entenderse que, cuando el DT asumió su cargo, el nombre Tevez era mala palabra en el plantel. ¿Pero la campaña de Tevez en el Calcio no merecía una revisión? Fue considerado el mejor jugador del campeonato. Lo ví muchísimas veces en esta temporada por la TV. Nunca lo había visto jugar tan en equipo, aguantando a veces solo (cuando no estaba el español Fernando Llorente) a los grandotes rivales, plantar el culo (es el modo más gráfico para describir esa acción tan característica de él) y ceder al compañero mejor habilitado. O girar y anotar. Desde adentro o también afuera del área. De rebote o al ángulo. O gambetear si le dejaban un metro de espacio y venía a la carrera.

El “Kun” Agüero y “Pipita” Higuaín, titulares de Sabella para acompañar a Messi, terminaron la temporada con importantes problemas físicos, pese a que ambos son más jóvenes que Tevez. “Carlitos”, se sabe, es un toro. Lo saben, más que nadie, las defensas rivales. Pero Sabella, como recordó el viernes el “Kun”, ni siquiera citó a Tevez para un amistoso. Una decisión que, según muchos, podría explicarse tal vez a partir de una decisión del técnico de mantener un grupo unido y cerrado. Acaso es una estrategia para llegar más fuertes al Mundial.

Y llegar también claros para acatar en Brasil cualquier nueva decisión de un DT que los apoyó siempre, aún cuando no rendían o no jugaban en sus clubes.

Podría entenderse entonces la decisión de mantener de titular al arquero Sergio Romero (suplente en el Mónaco). Y es más difícil de comprender la permanencia de Mariano Andújar como segundo portero. Andújar terminó la temporada como suplente del descendido Catania, bien lejos de, por ejemplo, la titularidad y lucimiento de Willy Caballero en Málaga, de España. Ni siquiera la convocatoria a último momento de Martín Demichelis podría citarse como una excepción. Demichelis, se sabe, formó parte de las primeras convocatorias de Sabella.

El DT fue audaz para decidir desde el inicio de su gestión una defensa nueva y mantener, por ejemplo, a Federico Fernández y Ezequiel Garay como zagueros centrales. Y debió ser audaz para cambiar su esquema original y atacar con tres jugadores, para así cumplir con el deseo de Messi, que no quiere ser héroe solitario, porque en Barcelona le enseñaron que el fútbol es un juego de equipo. Pero Sabella fue conservador luego. Cuando mantuvo al plantel contra viento y marea.

La lista de 30, sabemos, se conoció en un ambiente extraño. Sonó desubicado que se convocara a la prensa para anunciar el plantel y se aprovechara la ocasión para difundir el modo en que la TV Pública trasmitirá el Mundial.

Es parte del show. Como el anuncio que mostró a los periodistas agarrados dentro del campo, de traje y botines, y cantando el himno como si fueran los jugadores antes de iniciar el partido. Tevez no estaba ni siquiera allí. Ojalá no tengamos que lamentarlo. El único que sí lo incluyó fue el rapero estadounidense Pitbull, en el video de su canción oficial del Mundial. La canción, paradójicamente, se llama “We are one”, Somos uno.