“No me temblará el pulso si debo ordenar la detención de quien sea”, la advertencia que había hecho el miércoles el fiscal Washington Navarro Dávila (V° Nominación) había sido clara. Y las medidas no tardaron en llegar. Ayer por la tarde, la Policía realizó dos allanamientos y, si bien no hubo detenciones, se secuestraron elementos que serán analizados con el fin de determinar quién o quiénes fueron los autores de las amenazas de muerte que recibieron los fiscales Adriana Giannoni y Diego López Ávila.

Pasado el mediodía, varios móviles de la fuerza estacionaron frente a tribunales. Después de recibir las instrucciones de Navarro Dávila, los uniformados partieron a concretar las medidas. Fuentes judiciales confirmaron a este diario que uno de los allanamientos tuvo lugar en Yerba Buena, mientras que un segundo fue realizado en una casa de Laprida al 1.1000. De esa última vivienda, los uniformados se llevaron algunos paquetes y una bolsa de consorcio. “Hemos secuestrado algunos elementos importantes para la investigación, pero lo demás está en secreto de sumario”, afirmó el subjefe de Policía, comisario Mario Rojas, luego de concluir la medida. En ese sentido, señaló que había moradores en la vivienda al momento del allanamiento pero que no se ordenó la detención de ninguno de ellos.

Hasta anoche, el fiscal Navarro Dávila continuaba en su despacho recibiendo las declaraciones de algunos testigos del caso. Según fuentes tribunalicias, las medidas podrían continuar hoy.