En enero se había adelantado que Peugeot tenía planes de volver al Rally Dakar. La confirmación no tardó en llegar, en unión con las empresas Red Bull y Total. Surgieron entonces dos preguntas básicas: quiénes serían los pilotos y qué modelo se pondría en escena. La respuesta a la primera vino con sorpresa y media: el español Carlos Sainz y ¡el francés Cyril Déspres!, que dejará así las motos. La segunda consulta fue respondida ayer: se usará el 2008 DKR.

Hay una coincidencia entre especialistas y fanáticos: el vehículo presentado por la casa francesa cuenta con un aspécto “bestial”. El coche comparte un parecido familiar inconfundible con el Peugeot de calle, aunque con formas más “musculosas” y proporciones más imponentes. Sus líneas son el fruto de una estrecha colaboración entre los expertos del Centro de Estilo y del Departamento de Diseño del área sport de la marca.

Una decisión fundamental que hubo que tomar era si el coche 4x4 o 4x2. Se optó por un enfoque: dada la capacidad off-road de la transmisión de dos ruedas motrices y su capacidad para funcionar en la arena, se decidió por esa alternativa. Por esa cuestión es que se pudieron utilizar ruedas más grandes (neumáticos Michelin con un diámetro de 37 pulgadas) y suspensión con mayor recorrido.

El auto, que no tiene puertas traseras, fue calificado por Sainz como “compacto y muy distinto a cualquier otro 4x2”. Lo que hay debajo de la carrocería es, por ahora, un secreto.