Con el fin de frenar la persistente caída de las reservas internacionales, estabilizar el mercado de cambios y contribuir a disminuir la inflación, el Banco Central (BCRA) impulsa una política monetaria contractiva. Esto es, absorbe el excedente de pesos circulantes mediante la venta de instrumentos financieros, Letras del Banco Central (Lebac) y Notas del Banco Central (Nobac).

La principal consecuencia de esta medida es el alza de la tasa nominal de interés, advierte el economista Eduardo Robinson. “Se piensa que la suba de las tasas de interés hace más atractivo el ahorro en moneda nacional y que entonces, disminuye la demanda de moneda extranjera”, explica. De esta forma, el Gobierno nacional estima que puede disminuir la presión sobre la inflación. En otras palabras, lo que está haciendo el BCRA, consiste en rescatar Base Monetaria vendiendo Letras (pagarés) propias a cambio de billetes.

Por lo tanto, dice Robinson, el monto total de pasivos no se modifica, lo que si cambia es su composición. Los pasivos que no pagan interés, la Base Monetaria, se reducen mientras sube el pasivo remunerado, el stock de Letras del BCRA.

A esta operación, se la denomina “esterilización” y consiste en canjear billetes por bonos. A lo que lleva esta operación es que a futuro la porción no remunerada del pasivo de Banco Central tenderá a reducirse, mientras subirá la remunerada, indica el director de Robinson y Asociados. Tal situación llevará a que la autoridad monetaria nacional tenga que emitir para financiar el déficit fiscal y también para pagar los intereses sobre su deuda en Letras. Esa deuda que genera el Banco Central por la colocación de Letras o bonos de corto plazo es lo que se denomina déficit cuasifiscal.

La paradoja de esta política, que en un principio puede traer algo de alivio en el mercado cambiario y en el nivel de precios, es que si se profundiza, lleva a un nuevo incremento de la emisión de dinero, y por lo tanto, a una desvalorización del poder adquisitivo de la moneda doméstica, señala.

El respaldo

Ahora bien, el stock de deuda del BCRA es parte del activo de los bancos y respalda los depósitos. “El público, si percibe que crece el stock de deuda del Banco Central, exigirá cada vez mayores tasas de interés por sus colocaciones en pesos, lo que, a su vez, llevará a que los bancos exijan cada vez mayor rendimiento de sus activos, es decir, subirá la tasa que cobran por los créditos”, puntualiza Robinson. De esta forma, es claro que la política monetaria contractiva, que puede verse como un cepo al peso, no puede prolongarse en el tiempo si no se soluciona el financiamiento del déficit fiscal reduciendo la emisión de moneda, indica.

Tal situación, evidencia, la necesidad del Gobierno de recurrir a fuentes de financiamiento externas dado que no ya se quedó sin posibilidad de seguir incrementando la presión fiscal.

La política aspiradora de pesos hace que las tasas de interés se mantengan elevadas en este contexto planteado en la Argentina. Tal situación, obliga a los bancos a intensificar sus análisis de riesgo crediticio, ya que, al encarecerse el crédito, las probabilidades de asfixias financieras en las empresas y en los clientes particulares es más elevada. Por ello, alerta Robinson, se verifica una suerte de segmentación por riesgo que implementan las entidades.

Cuanto mayor sea la contracción crediticia, mayor será la contracción del consumo, habrá deterioro creciente de la actividad económica, crecerá el desempleo y crecerá la fragilidad, financiera en la medida que crezca la morosidad en el sistema bancario.

“Por eso, la clave pasa en estos momentos por determinar cómo se resuelve el frente fiscal”, sugiere el especialista consultado por DINERO.

El tesoro
Más financiamiento

Durante la última semana de marzo, el Tesoro volvió a pedir auxilio financiero al Banco Central. El financiamiento al sector público terminó explicando una expansión monetaria de $ 10.900 millones en el mes y de $ 15.700 millones en el acumulado del primer trimestre del año. La cifra contrasta

con la expansión monetaria atribuible al fisco de $ 2.700 millones en el primer trimestre de 2013, según Federico Muñoz & Asociados.

Letras y notas
Las adjudicaciones del BCRA

El Banco Central adjudicó esta semana letras y notas por $ 14.159 millones con tasas que alcanzaron un máximo del 30,28%. El monto adjudicado el miércoles fue $ 230 millones inferior a las propuestas recibidas en el mercado, señaló el BCRA. En lo que respecta a las Lebac Internas en pesos a 77 y 98 días de plazo residual con tasas de corte predeterminadas del 28,63 y del 28,88%, se adjudicaron $ 4.090 millones y $ 3.819 millones, respectivamente.

Más emisión
El dilema oficial

Según Delphos Investment, a pocas semanas de que comience la liquidación de la cosecha gruesa, el Banco Central se encuentra frente a la posibilidad de recomponer en alguna medida el stock de reservas internacionales. No obstante, advierte la consultora, esta situación también le obligará a incrementar la emisión monetaria para poder pagar por aquellas divisas. De hecho, por este motivo ya se llevan emitidos en el año $ 3.856 millones, indica Delphos.