BUENOS AIRES.- Fue una frase usada para cerrar un capítulo. “Acá no ha pasado nada, las cosas están muy tranquilas. Nunca me arrepiento de nada, es una cosa que ya quedó atrás, miro sólo para adelante”, aseguró Pablo Ledesma, el volante que con esas palabras intentó poner punto final a la polémica que se desató con su pelea con el arquero Agustín Orión. (Especial y DyN)