“Los productores de papa semilla de Tafí del Valle siempre tenemos buenos expectativas para este cultivo, ya que mucha de la ‘semilla’ que logramos en cada cosecha, la cual ya comenzamos a levantar, es para cubrir los compromisos de algunos clientes que siembran su ‘consumo’ en el bajo, y para continuar nosotros -con nuestro ciclo de producción-, sembrando papa en la llanura que, en su mayoría, es destinada a ‘papa industria’”, dijo Julio Paz, técnico de la empresa Azucarera Justiniano Frías.

Por suerte, este año los cultivos terminaron muy bien, ya que, en general, “no sintieron los efectos que muchos años genera la aparición de fuertes focos de infección de enfermedades fúngicas”, como la “fitoptora”.

Este fue un año en el que “las condiciones del clima fueron muy buenas”, ya que “tuvimos lluvias que ayudaron al cultivo”, pero no se dio esa seguidilla de días lluviosos que hacían que aparecieran focos de fitoptora debido a que se presentaban condiciones predisponentes, comentó Paz.

Igualmente, “los productores realizamos las aplicaciones preventivas, de rigor, de fungicidas, para disminuir las posibilidades de aparición de esta peligrosa enfermedad”, señaló.

Paz afirmó que “la presencia de insectos fue escasa, y los ‘pulgones’, en general, aparecieron de manera normal a la zona”, por lo que “se vio minimizada la posibilidad de haber tenido algunos problemas de virus transmitidas por estos insectos”. Igualmente debemos esperar los resultados de los análisis de semilla, para tener la certeza de que hicimos las cosas bien, observó el productor.

Lo que quiero destacar, dijo, es que todavía “los productores somos conscientes de que lo primero para seguir produciendo semilla de papa de calidad es que debemos cuidar nuestra zona productora”, y que, para ello, “debemos cumplir con todas las normas de preservación fitosanitaria que rigen en el Valle”.

“Las rotaciones de cultivo las cumplimos, y el uso de semilla básica es casi permanente”, para evitar que los porcentajes de virus se vayan arriba; pero además, “realizamos todas las labores tendientes para mantener los planteles de semilla dentro de los porcentajes de virus más bajos”, puntualizó.

Es importante decir, por otro lado, que seguramente tendremos buenos rendimientos de acuerdo a cómo se desarrolló en cultivo en sus diversas etapas, pero es fundamental decir que “los costos que tuvimos que afrontar fueron altísimos, ya que la mano de obra, el combustible, los fertilizantes y los agroquímicos, en general, sufrieron fuertes subas”, dejó en claro.

“Solo esperemos que, al cosechar, podamos respirar tranquilos si los rindes son los esperados y que el precio de la semilla nos acompañe”, dijo esperanzado. Lo bueno es que la mayoría de los productores de semilla tenemos un poco cerrado nuestro sistema productivo, por lo que la incidencia de los precios a veces es casi pasada por alto, salvo que los precios sean realmente muy buenos.

Buenas expectativas

“En la zona ya están cosechando la semilla de la variedad ‘Spunda’ para la siembra de ‘papa primicia para consumo’ en la zona del pedemonte tucumano, además, de disponer de buenas semillas de variedades redondas para producir papas destinadas a la industria. Esperamos obtener buenos rindes, para lograr afianzarnos en este mercado que tiene un comercio muy inelástico, donde la oferta y la demanda hacen variar mucho las condiciones de comercialización.