Todos los sábados, desde hace casi cien años, la cuadra de Ayacucho al 300 cambia el ritmo: son las carcajadas, los cantos de cancionero escolar, las bromas y el palpitar propio de esos niños y adolescentes que han elegido ser “boy scouts salesianos”. Este sábado, son 180 los chicos que están ingresan do entre risas al predio de los Exploradores Argentinos de Don Bosco, Batallón Ocho “General Manuel Belgrano”. En la fachada del edificio, un emblema llama la atención: una flor de lis recostada sobre una cruz roja y la sigla M.E.S. (Movimiento Exploradoril Salesiano).
Bicentenario con el Papa
Desde hace casi 98 años, la organización contiene a niños de barrios periféricos como Villa Amalia, Villa Alem, Villa 9 de Julio, La Ciudadela, barrio Trulalá, Villa Angelina, Tafí Viejo y hasta sitios más distantes, como San Pedro de Colalao. “Recibimos a chicos de ocho a 13 años y más grandes también. En 2016 cumpliremos 100 años de vida y nuestro sueño es festejar en Tucumán el bicentenario de la Nación junto a Francisco, porque él es un papa que apoya a los jóvenes”, se ilusiona Juan Pablo “Hormiga” Lescano, un diseñador gráfico oriundo de Tafí Viejo que desde 1995 participa en los exploradores gracias al consejo de su madre.
“Hormiga” contó que la mayoría de los pequeños que participan se criaron en contextos barriales en donde algunas familias conviven con la violencia, la droga y la inseguridad. “Nuestro desafío es contener a los jóvenes para que vengan a hacer amigos, aprender deportes, campamento y educarse en la fe. En las últimas semanas, sufrí dos robos y me dolió en el alma que los ladrones hayan tenido unos 15 años”, se sensibilizó. Y contó que recuerda cómo colaboraron con los inundados de Santa Fe hace más de una década: “realizamos una colecta muy importante de alimentos, ropa y colchones”.
“Nuestro emblema representa el compromiso de estar siempre listos para servir a Dios, la Patria y el Honor. La flor está coronada por los símbolos de la construcción, la música, la comunicación y la infantería”, expresó José Dorado, un estudiante de historia que, a sus 21 años, es un “Animador” que coordina uno de los grupos de catequesis.
Todos los sábados de 15:30 a 19, los exploradores se forman en equipos en un solar en el que el carisma salesiano se hace evidente. La “infantería” mira hacia la imagen de Don Bosco, en la que se muestra su especial dedicación a la juventud y a la Virgen María. Su frase: “Formar buenos cristianos y honrados ciudadanos”, es la bandera del M.E.S. Durante la jornada, suceden campeonatos de deportes: el fútbol, el básquet, el vóley y los juegos de postas, entrenan las destrezas de los chicos. En el primer piso, una sala de juegos ejercita las mentes con ping pong, ajedrez, ludo y jenga. El mensaje cristiano llega con el “Momento Pastoral”. La “Animación Salesiana” es el encuentro recreativo en el que los coordinadores hacen bailar y cantar a los jóvenes al ritmo del cuarteto y el reggaetón. Una formación ordena a los chicos para tomar la merienda con mate cocido y pan, y un desfile de paso militar se exhibe como corolario de despedida. A las siete de la tarde, los chicos se van a sus casas ansiosos por volver el próximo fin de semana.
Los “peques” salesianos
“Me hice de muchos amiguitos jugando a la pelota. Me gusta ir de campamento y que me enseñen a rezar”, expresó Mateo Suarez, un pequeño de nueve años que estudia en la Escuela Patricias Argentinas y vive en La Ciudadela.
Los 14 años de Enzo Racedo no pasaron en vano. Su mamá lo invitó para que fuera explorador y asistió en compañía de uno de sus ocho hermanos. En tres años aprendió el valor de ayudar al prójimo. “Trabajamos con Cáritas con una colecta, le dimos una mano a la gente de Los Pereyra -Cruz Alta- y de Gonzalo, un pueblo que queda arriba de Choromoro-“, relató.
El hermano mayor. Nicolás Topa tiene 16 años y escucha a sus compañeros con un temple que lo distingue. Es que este virtuoso del básquet los cuida como si fueran sus hermanos. “Vivo en Villa 9 de Julio y aquí pude encontrar a mis verdaderos amigos. Admiro a mis jefes –animadores- porque me enseñaron todo lo que soy”, afirmó el adolescente, que quiere realizar la carrera militar cuanto termine “el cole”.
Exploradores siempre
René Brandán está a cargo de la pastoral del Batallón Ocho. La institución nació en Tucumán en 1.916 por una inquietud del padre Lorenzo Massa. EL fundador del Club San Lorenzo de Almagro, ahora tan de moda por su hincha estrella (el Papa Francisco) replicó la experiencia de Don Bosco, en Italia. “Ingresé a los nueve años y durante más de 20 años trabajé como voluntario en los exploradores”, relató Brandan, quien tiene 43 años y actualmente es docente del Colegio Tulio García Fernández.
En Buenos Aires, Massa y el padre José Vespignani fundaron los Exploradores de Don Bosco adoptando algunas modalidades de los scouts como la práctica del campamentismo y el atletismo, pero con una impronta espiritual catequística. En la actualidad, las problemáticas difieren del pasado, pero siempre existirá en la sociedad la necesidad de acompañar a los jóvenes.
“En su tiempo, Don Bosco ya trabajaba con los chicos de la calle y los pobres. En la actualidad, se busca apoyar a los niños redoblando la apuesta por la educación. La pedagogía preventiva de Don Bosco sigue vigente y busca resguardarlos en las escuelas y las familias para que eviten las tentaciones y puedan proyectar un futuro mejor”, remarcó. Además, dijo que toda la obra salesiana en Tucumán está a cargo del padre Miguel Mestre.
“Toda la vida seremos exploradores”, afirma Brandán, antes de manifestar que los más veteranos crearon Fedes (Fundación de Ex Exploradores), una asociación que realiza actividades pastorales y capacitaciones laborales en Los Pereyra, Cruz Alta.