Gritaron, bailaron, lloraron de emoción y volvieron con el corazón hinchado de tanta ternura. Unos 500 jóvenes tucumanos de distintas parroquias, de grupo apostólicos y en forma particular estuvieron con el papa Francisco en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud que se realizó del 22 al 29 de julio del año pasado. Desde tres días antes de que se iniciara el encuentro, vía Twitter, Francisco ya estaba comunicado con los jóvenes: “Muchos de ustedes, queridos jóvenes, han llegado ya a Río y otros muchos están llegando en estas horas. ¡Nos vemos allí dentro de tres días!”

Salir a evangelizar
Allí estaba Felicitas De Zavalía en medio del Grupo de Lourdes: “Hay que hacer lío, como dice el Papa, como iglesia debemos salir a la calle, debemos movernos en las diócesis”, gritó entusiasmada la joven desde uno de los cinco colectivos que partieron desde Tucumán al Brasil. “Para poder reunirnos con el Papa nos levantábamos antes de las cuatro de la mañana y a las cinco ya estábamos haciendo cola frente a la Catedral. No hay minuto que no estábamos cantando y evangelizando con nuestras propias canciones”.

Se calcula que unos dos millones de jóvenes de 140 países diferentes estuvieron presentes en Río de Janeiro.

Los chicos se comunicaron todo el tiempo vía WhatsApp y a cada momento subían nuevas fotos a sus muros de Facebook.

“Fue una experiencia maravillosa, inolvidable! El Papa nos inyectó una sobredosis de fe que hasta ahora me dura”, cuenta entre risas María Virginia Vargas (17 años) que viajó con un par de amigas a Río de Janeiro.

“En Río pude renovar la alegría de ver una iglesia grande y con mucha vida con jóvenes enamorados y comprometidos, dispuestos a dar testimonio con su propia vida”, reflexiona, a la distancia, Valeria de Lanati, que acompañó a uno de los grupos.

Las enseñanzas de Francisco
“Las enseñanzas de nuestro Papa en Río de Janeiro y durante todo este año nos muestra la alegría del Evangelio que sintetizó en su última exhortación. Nos dio fuerza para seguir adelantando renovando la esperanza a seguir acompañando a esta lindísima juventud en todo el proyecto de amor a Dios y al prójimo”, contó Liliana de Zavalía que hace siete años trabaja en la formación de los jóvenes predicando la Biblia y los valores.

De la Rotonda al pie del cerro
Mientras los jóvenes vivían el encuentro con el Papa en vivo y en directo, en Tucumán, los que se quedaron siguieron las alternativas de la jornada a través de pantallas gigantes, en la plaza Independencia. También se organizó desde la comisión arquidiocesana de Pastoral de Juventud una Jornada Tucumana de la Juventud (JTJ) bajo el lema “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”. Los chicos partieron desde la Rotonda del Pie del Cerro y subieron por el cerro hasta llegar al Cristo Bendicente de San Javier, al grito de ¡Viva el Papa Francisco!