“Para lograr una buena entrevista hay que poder dominar la guerra de egos que se genera entre el que pregunta y el que tiene que responder”, resaltó el periodista y conductor Alejandro Fantino, feliz por el regreso de su programa -“Animales sueltos”- a la pantalla nocturna de América.
Con una escenografía renovada, música, energía y buena onda, Fantino presentó a sus compañeros Coco Sily y Luciana Salazar. El ciclo arrancó con buenos niveles de audiencia. Al comienzo midió 5 puntos de rating, mientras que a las 0.33 marcó un pico máximo de 6,5 puntos y lideró la franja.
Los invitados al primer programa fueron el actor Guillermo Pfening, el diseñador Jorge Ibáñez, la cantante Coki Ramírez y el actor Gastón Sofritti. A lo largo de la noche tocaron diferentes temas; discutieron sobre sexo e incluso sobre comidas. Para la próxima semana habrá segmentos de política y economía de la mano de los periodistas Antonio Laje y Tomás Bulat.
“De a poco me fui alejando de la conducción de formatos y mi libido está puesta en la entrevista, en temas de actualidad. Mi sueño es ser reconocido como un periodista que puede abordar distintos temas”, confesó Fantino, al tiempo que citó a Samuel “Chiche” Gelblung y a Mauro Viale, dos de sus grandes referentes.
Desde la temporada pasada Fantino había comenzado a apostar por un envío donde la actualidad lograse ganarle espacio a las minifaldas. “El año pasado se sumó Nicole Neumann y todos se preguntaban qué podía aportar una mujer tan poco mediática, y sorprendió. A ‘Luli’ Salazar nunca se la escuchó opinando sobre actualidad y es lo que ella busca: que se la conozca desde otro espacio”, explicó el conductor.
“Yo igual -agregó- le aclaré que ‘Animales Sueltos’ está buenísimo porque te da esa posibilidad pero a la vez es peligroso porque te hace hablar de muchos temas y lo que decís repercute enormemente”.
Para seguir abonando el cambio, este año seguirá conjugando los debates mediáticos entre los participantes con las entrevistas “mano a mano” entre Fantino y un invitado, que se popularizaron a fines de 2012 por las eternas repreguntas del periodista.
- ¿Te sentís muy criticado por el medio?
- La mala fama también es una forma de fama. La crítica está bárbara porque uno no es una moneda de oro como para gustarle a todo el mundo. Yo aprendí a laburar así. Y me consta que quienes enseñan periodismo me arruinan, pero esta es mi forma, la que me da de comer, y no me ha ido mal.
- ¿Cuál es tu fuerte para las entrevistas?
- Entender que la pregunta estúpida no existe. O que la pregunta estúpida puede ser una gran pregunta y que lo que para algunos es tonto, para otros no lo es. En tele no podés dar ningún conocimiento por sentado y es clave preguntar desde la ingenuidad para llegar a un nivel más profundo.