Leonidas y sus valientes se han convertido en una pila de cadáveres. Dieron cuenta de miles de invasores, pero no fue suficiente para conseguir la victoria. Jerjes, el rey-dios de los persas, está enfurecido. Nunca creyó que los griegos fueron capaces de oponer semejante resistencia. Es más, salvó su vida milagro cuando un lanzazo de Leonidas estuvo a punto de perforarle el cráneo. Así terminó “300”, una de esas películas que dejan al público con ganas de más. Ocho años después llega la secuela.
“300: el nacimiento de un imperio” propone un regreso al universo de las guerras médicas, con la misma y singular estética que caracterizó a su predecesora. Planos emparentados con el comic, imágenes ralentizadas, mucha oscuridad y sangre. La abundante sangre que mana de las batallas y de las intrigas que van tejiéndose.
La aparición de la sanguinaria Artemisia es clave en el relato. Ella cumplió un rol determinante para la entronización de Jerjes y comanda la flota persa. La invasión de Grecia está en marcha. El ateniense Temístocles asume la responsabilidad de defender su tierra y para eso convoca a la unidad de las ciudades-estados, aún de la soberbia y poderosa Esparta.
Se sabe que la saga de “300” está colmada de licencias históricas. Frank Miller, autor del comic en el que se basan las películas, manipula los hechos en función de su propia trama. Por más que la batalla naval de Salamina le ponga el marco a esta aventura, que nadie pretenda encontrarse con un relato líneal y verídico de lo que pasó. Este es un thriller.
El rodaje de esta secuela llevó su tiempo. Warner y la productora Legendary querían al director de la primera parte, Zack Snyder, tras las cámaras. Pero Snyder está demasiado involucrado con los superhéroes de DC, por lo que le cedió la silla a Noam Murro. Eso sí: Snyder se mantuvo involucrado en el proyecto, ya que formó parte del equipo de guionistas y de productores. El único antecedente del israelí Murro en el cine es la comedia “Gente inteligente”, aunque acredita experiencia en televisión.
En un principio la película iba a titularse “La batalla de Artemisia” y después cambió a “Jerjes”. La filmación se inició en 2012 en Bulgaria, mientras que el año pasado se desarrolló el extenso y minucioso tratamiento de las imágenes en la posproducción.
De los personajes originales se mantienen la reina Gorgo, viuda de Leonidas (Lena Headey); el magnético Jerjes (Rodrigo Santoro), Ephialtes, el jorobado traidor (Andrew Tiernan); y Dilios (David Wenham). El nuevo héroe, Temístocles, es interpretado por el australiano Sullivan Stapleton, mientras que Eva Green se mete en la piel de la perversa Artemisia.
El estreno se realiza en sintonía con Estados Unidos. Es llamativa la campaña de promoción desarrollada en Tucumán: aparecieron afiches callejeros invitando a ver la película, recurso habitual en otras ciudades pero poco empleado por aquí. Señal del interés que generan estas épicas batallas de la antigüedad.