El 25 de febrero de 2006 a la mañana, Paulina Lebbos, de 23 años, rindió un examen (estudiaba Licenciatura en Comunicación Social) y decidió salir a festejar junto a unos compañeros. Esa noche se reunieron en el departamento de Virginia Mercado y fueron a bailar a un boliche de la zona de El Abasto. Según afirmó la amiga de Paulina, se retiraron pasadas las 6 y tomaron un remise en avenida Alem y pasaje Gutiérrez. Mercado se bajó en su domicilio y Paulina seguiría viaje hasta la casa de César Soto (su novio y padre de su hija) en Estados Unidos al 1.200. Fue la última vez que se la vio, según este relato.

El cuerpo de Paulina fue encontrado el 11 de marzo por dos baqueanos, a la altura del kilómetro 2,8 de la ruta 341, en la localidad de Tapia. Entre 2007 y 2012 prácticamente no hubo medidas judiciales determinantes. Ese es uno de los argumentos en los que se basa Alberto Lebbos, el padre de Paulina, para acusar al Gobierno provincial de encubrir a los homicidas. Remiseros, vecinos, su novio y los "hijos del poder" forman parte de la larga lista de sospechosos. Aunque se barajan varias hipótesis, no hay no sola firme.

Mirá paso a paso el crimen de Paulina en la infografía interactiva de LA GACETA.