DAMASCO, Siria.- Al menos 68 personas, incluyendo a niños, murieron ayer, cuando helicópteros del Ejército sirio dejaron caer "bombas barril" improvisadas en la provincia de Aleppo, en el norte del país, según Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.

La organización afirmó que distintas incursiones aéreas golpearon varios distritos en Aleppo, pero que la mayor cifra de víctimas se registró en Hanano, al este de la ciudad. Entre los fallecidos se contaban al menos seis niños. Muchos fueron heridos y tuvieron que ser atendidos por graves lesiones.

"Atacaron a una caravana de automóviles en una carretera en Hanano, muchos autos fueron destruidos. Había civiles ahí", sostuvo Rami Abdelrahman, del observatorio.

Además, reportaron que otro atentado, frente a una escuela, en la ciudad de Homs, mató al menos a 12 personas, cinco de ellas niños.

La agencia oficial de noticias Sana informó la muerte de otras 12 personas, entre ellos tres menores, por el impacto de proyectiles cerca de la iglesia Al Bishara y un complejo gubernamental, en la ciudad meridional de Dera'a.

Human Rights Watch afirmó en un reporte durante el fin de semana que ataques con bombas barril han acabado con la vida de decenas de civiles en Aleppo el último mes. La agrupación describió los ataques como ilegales y dijo que han afectado a áreas residenciales y comerciales.

"La Fuerza Aérea siria es criminalmente incompetente, no le importa si mata a decenas de civiles o ataca deliberadamente áreas civiles", afirmó en el informe el investigador de emergencias de Human Rights Watch Ole Solvang.

Las bombas barril son cilindros llenos de explosivos o barriles petroleros que a menudo se dejan caer desde la parte trasera de los helicópteros sin que haya un mayor intento por alcanzar a un blanco específico. Esas armas son capaces de provocar muchas víctimas y daños significativos. (Reuters-Télam)