ROMA, Italia.- En una de sus tradicionales apariciones en la Plaza de San Pedro, hace unas semanas, conmovió al mundo el abrazo del Papa Francisco a una personas sin rostro. Se trata de Oreste Tornani, de  60 años, quien cambió  el dolor por la esperanza en una comunidad católica de Florencia.

Hace más de 20 años, según el sitio Aciprensa.com, Tornani trabajaba como mecánico en una fábrica de montaje y una mañana sufrió un ataque salvaje de los hermanos de la mujer que amaba. Lo desfiguraron con un rifle y debió someterse a incontables intervenciones quirúrgicas.

Las secuelas físicas incluyen dificultades para hablar. Con esfuerzo explica que no tiene trabajo y vive gracias a la ayuda de la Asociación María Cristina Ogier de Florencia, Italia, un centro católico dedicado a la ayuda a la vida, en Florencia.