"Lo que está claro es que los votos no tienen dueño. El resultado de las elecciones de ayer demuestran que no hay un electorado cautivo y esa es una buena noticia para la calidad política". El análisis es de Domingo Amaya, intendente de San Miguel de Tucumán, distrito donde el Frente para la Victoria fue derrotado por el Acuerdo Cívico y Social. Los opositores sumaron 141.859 sufragios (41,83%), contra las 122.525 voluntades (36,13%) que logró el oficialismo.

En diálogo con LA GACETA, el jefe municipal habla de triunfo, pero se muestra autocrítico. "El Frente para la Victoria ha ganado las elecciones en Tucumán y en la Argentina. Es decir, hay un reconocimiento a todos el trabajo de esta década. Pero también creo que así como es importante lo que se hace, la sociedad nos está diciendo que también es importante la forma en que se hace. La gente ha dicho en las urnas que quiere diálogo y consenso y eso es lo que debe hacerse. Para eso también nos eligieron", puntualizó.

De la misma manera, Amaya se despega del resultado de los comicios provinciales, incluso en lo referido a su propio distrito. "Somos autocríticos y hacemos autocrítica todos los días: no sólo cuando hay elección. Y nos hacemos cargo hasta donde nos corresponde", manifiesta. LA GACETA le repregunta si esta refiriéndose al hecho de que no había candidatos amayistas en la lista de candidatos a diputados, pero el intendente prefiere no contestar. "Todos somos parte de este proyecto político que trabaja para darle soluciones a la gente, desde la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, para abajo", fue su respuesta.

De hecho, así como el gobernador, José Alperovich, evitó todo comentario respecto de cómo se encuentran las relaciones políticas entre la Casa de Gobierno y la Municipalidad capitalina, el intendente también eludió la cuestión. Este diario le preguntó, específicamente, acerca de su ausencia anoche, en la sede del Poder Ejecutivo. "Me hubiera encantado participar de los festejos, porque hay que celebrar que el pueblo siga acompañando al Frente para la Victoria tras 10 años de gestión. Pero a esa hora estábamos atendiendo a los dirigentes de todos los circuitos, después de una jornada electoral que fue extenuante", se excusó.

LA GACETA también le consultó acerca de los rumores sobre la posibilidad de un acuerdo futuro con el espacio del senador José Cano. "Nunca conversé con Cano. Y tampoco pienso en lo que pueda pasar dentro de dos años. Mi única preocupación es gobernar para mejorar la vida de los vecinos y poder cumplir mi mandato sin complicaciones hasta 2015", aseveró.