A las 7.25 de una mañana de diciembre de 2000 el chofer de un ómnibus que trasladaba a alumnos de un colegio chileno se durmió. El vehículo cruzó de carril, impactó contra un árbol y volcó. "Un regreso trágico a Chile", tituló el diario Página 12. "Tres chicos muertos y 11 heridos en Córdoba", era el antetítulo de la nota. A 45 kilómetros de Río Cuarto se terminó la vida de tres niños, mientras que otras más de 20 personas tuvieron que empezar a convivir con la tragedia.

Entre ellos, estaba Adolfo Almarza Riquelme que, desde los 12 años, vive sin piernas. El dato conmociona, pero hay algo más: aunque sufrió la amputación de sus extremidades desde las rodillas, él anda en bici. Además, compite, y además, en descenso, una modalidad del mountain bike en la que se baja de altas cumbres y se alcanzan fuertes velocidades.

En esa ruta argentina, la vida le presentó al chileno dos alternativas: la resignación o seguir construyendo. El optó por la segunda opción y demuestra que las reglas pueden adaptarse, o acaso, redefinirse porque lo único importante es seguir siendo deportista. LG Deportiva contactó a Almarza y buceó por su historia que convierte al deporte en la vida misma.

- ¿Te acordás del accidente?
- Se produjo entre Córdoba y Mendoza. Con el equipo de básquet de mi colegio (Melipilla), fuimos a Argentina a jugar un campeonato. La mayoría veníamos durmiendo cuando se produjo el choque. Desperté atrapado con los asientos.

- ¿Cuándo te diste cuenta que no tenía más las piernas?

- Desperté luego del accidente, después de eso nunca perdí el conocimiento, pero como estaba en shock no me di cuenta que me habían amputado las dos piernas. Tres días después, me enteré.

- ¿Te imaginabas que años después ibas a pedalear sin piernas?

- Nadie nunca en la vida se imagina vivir sin piernas. Yo jamás lo hice, menos andar en bici porque mi deporte era el básquet.

- ¿Las prótesis que usas van adheridas de algún modo a los pedales o regulas la presión como cualquier rider? Recientemente cambiaste las prótesis ¿por qué?

- No uso ningún tipo de fijación. No uso presión ni nada parecido, sólo precisión. Mis "patitas" Otto Bock (N.d.R: es la empresa que fabrica las prótesis, la subsidiaria está en Argentina) son de una gran calidad. Sin embargo, hay cambiarlas dos veces por año, ya que reciben muchos impactos en los entrenamientos y competencias, entonces se fatiga el material.

- ¿Escuchaste hablar de Tucumán? Aquí el mountain bike se vive con mucha pasión.

- Escuché, vi fotos y videos de los eventos que se realizan. Además, recibí una invitación para ir a competir.

- ¿Te cuesta dar las charlas motivacionales? ¿Qué impacto causa?

-Gracias a Dios no me cuesta, porque tengo la capacidad de enfrentar a las personas y los problemas. A pesar de que llevo poco tiempo impartiendo charlas, no me es difícil compartir mi vida con los demás, todo lo contrario: me hace sentir muy bien. Sé que es el propósito y misión que nos dio Dios a mí y al equipo Decidido.cl (ver "Las charlas").

- Además de las competencias y las charlas ¿qué más haces?

- Me queda un semestre para completar la carrera de Ingeniería Mecánica. No sé si voy a ejercer, pero las vueltas de la vida son muy grandes. Dios decidirá.

- Tiene una hija ¿cómo es la relación con su condición?

- Mi hija cumplirá tres años a fin de año. Yo hago mi vida normal, aunque se da cuenta que no tengo las piernas de una persona normal, pero para ella no es ningún problema.