A los que les cueste soltar el Windows XP, se verán obligados a hacerlo el próximo 8 de abril. Microsoft dejará de dar soporte a la última versión de ese sistema operativo.

Esto significará que no se lanzarán actualizaciones de seguridad, parches o correcciones de errores de ese sistema, y tampoco se ofrecerá soporte técnico, con todos los riesgos de seguridad que esto conlleva. Lo que tendrán que hacer los usuarios de XP es actualizar los equipos informáticos a una versión más nueva, que incluya el sistema operativo Windows 8 y el paquete informático Office 2013. Esto último porque Microsoft también dejará de dar soporte a Microsoft Office 2003.

Se calcula que hay 500 millones de ordenadores en el todo el mundo que siguen cargados con XP. Pertenecen a hogares o empresas pequeñas, que después del fracaso de la versión Vista (la sucesora de XP) decidieron ser conservadoras o bien no tuvieron la capacidad económica para actualizarse. Ahora no les quedará alternativa.