"Bienvenidos al Complejo Ruta 5", se lee en un cartel verde escrito con letras blancas. Al lado se extiende la barra de un bar de paso ubicado a unos 15 metros de la entrada de la casa en la que vivía Irma "Liliana" Medina. En ese lugar trabajaron ayer los investigadores que buscan recopilar pruebas que lleven a dar con el paradero de María de los Ángeles Verón.
En esa vivienda de unos 30 metros de frente por 80 de fondo, se piensa que funcionaba un prostíbulo VIP. Pero ahora la casona está abandonada e incluso tiene pintado en el frente un número de teléfono y una leyenda que la ofrece en alquiler.
Hasta ese lugar llegó el titular de la Procuración para el Combate de la Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo acompañado por un equipo de especialistas del INTI y de Gendarmería Nacional, quienes revisaron la estructura de la casa y removieron el suelo de tierra del fondo de la propiedad en busca de restos óseos de posibles víctimas de trata de personas.
El trabajo fue exhaustivo, pero los resultados fueron negativos. Ese fue el primero de los tres allanamientos que realizó el equipo comandado por Colombo que fue secundado por los abogados Carlos Garmendia y José D'Antona, de la fundación María de los Ángeles. No había huesos pero la actividad a la que se dedicaba la extinta "Mama Lili" dejó sus rastros.
Pocos se animan a hablar
El complejo ocupa más de media manzana de la cuadrícula formada por las calles Portezuelo, Tama, Amogasta y la avenida Juan Manuel de Rosas. Está ubicado a la vera de la Ruta 5 y al frente del Mercado de Abasto de esta ciudad. Pero a pesar de que los policías de la Comisaría 3 de La Rioja reconocieron que casi todos estos terrenos pertenecen Medina y a sus hijos -los mellizos José "Chenga" y Gonzalo Gómez- ninguno de los vecinos se anima a hablar abiertamente sobre lo que ocurría en este lugar.
Todos ellos coinciden en que, por lo menos hace seis años, ya no funcionan estos prostíbulos, pero lo primero que responden cuando alguien les pregunta es: "Si te digo te miento", "hace poco que estoy acá" o simplemente "no sé nada yo".
Pero algunas preguntas tienen respuesta. Y ese temor a querer hablar de una situación de la que fueron testigos sólo por vivir o trabajar en las inmediaciones de este lugar, fue explicado por un comerciante de tez morena, de entre 25 y 30 años, que dijo ser amigo de crianza de los mellizos Gómez.
"Los conozco desde que somos chicos. Jugábamos a la pelota juntos y hasta iban a merendar a mi casa. Ellos se criaron en la calle. Pero nos separamos cuando elegimos hacer cosas distintas. Todos dicen que andan en cosas pesadas, pero ellos siempre fueron buenos conmigo. Pero ahora sólo nos decimos hola y chau", señaló. Como era de esperar y del mismo modo que el resto de los vecinos que fueron entrevistados, prefirió no dar su nombre. Y se percibe que el temor a esas "cosas pesadas" marca un respeto que se manifiesta como un sujeto tácito con el que nadie en esta parte de La Rioja se quiere meter.
El segundo allanamiento se realizó en la intersección de la Ruta 38 y la avenida San Nicolás de Bari. En ese lugar funcionaba Candilejas, otra de las fortalezas erigidas por esta familia. En ese lugar ayer casi no se trabajó y Colombo prefirió que hoy se concentren las tareas de requisa en ese edificio.
"Estamos haciendo una observación de la estructura del lugar con el auxilio de los especialistas del INTI para ver si los datos que nos trajeron hasta acá son compatibles con la estructura que observamos actualmente. Ahora no vamos a hacer registros de esto porque estamos revisando si hubo una autorización de la Municipalidad para hacer reformas. Y preferimos que el personal del INTI pueda revisar los edificios con la documentación en mano", explicó el fiscal.
Pases y consumiciones
El cansancio llegó con el improvisado almuerzo al lado de la ruta 38. El equipo de investigadores renovó fuerzas con sándwiches de miga y refrescos para, en plena siesta riojana, volver a subir a los vehículos de Gendarmería y dirigirse a "El Desafío", ubicado sobre esa misma ruta y avenida Islas Malvinas.
Ahí tampoco encontraron huesos, pero sí hallaron valiosa documentación que volvería a fortalecer los vínculos de la trata que los investigadores establecen entre Tucumán y La Rioja. "En el primer piso encontramos un montón de basura. Y entre ella hallamos tres cuadernos con anotaciones de pases y consumiciones. En esos tres cuadernos figura el 'Chenga' Gómez", remarcó Garmendia.
Pero el hallazgo no quedó allí porque entre esos papeles también había documentación que probaría que un niño vivió en ese lugar. "Hay registros que indican que aquí estuvo viviendo un menor de entre siete y ocho años. Incluso encontramos un diploma de jura a la bandera del niño, quien estaría vinculado con una mujer que tiene su mismo apellido. Además había un álbum con fotos de la Quebrada de Lules, anotaciones de teléfonos de la comisaría de Lules y fotocopias del documento de esta chica que, justamente, tiene su domicilio en la Quebrada de Lules", concluyó. Hoy nadie sabe si se encontrarán huesos o pruebas. Pero los especialistas continuarán su decidido trabajo de escarbar en esta historia que, por temores o quién sabe qué razones, se resiste a ser revelada.
No eran huesos humanos.- El martes habían encontrado cuatro grupos de huesos en la vivienda en la que funcionaba el prostíbulo "Candy". Ayer, el equipo Antropológico Forense confirmó que no se trataba de restos óseos humanos.
Tecnología de avanzada.- Los investigadores usaron una excavadora para remover la tierra, un georadar para ubicar los lugares en los que se habría removido el suelo y un escáner que analizaba las posibles modificaciones que podrían haber sufrido los edificios.
Confianza en "Chenga".- El abogado Jorge Cáceres, defensor de la familia Medina-Gómez, dijo ayer a una radio riojana que confía en la inocencia de sus clientes, y arremetió contra la fundación María de los Ángeles. "Buscan, buscan, buscan, para justificar el trabajo de la fundación", manifestó el letrado. "El resultado siempre es negativo", agregó.