BRASILIA.- Al menos 264 personas fueron detenidas por vandalismo luego de una masiva movilización realizada el martes a la noche en Río de Janeiro, en la que participaron maestros y el grupo Black Bloc, y otra en San Pablo, mientras la policía fue acusada de utilizar armas de fuego para dispersar a los activistas. En la jornada en que Brasil celebra el Día del Profesor, miles de maestros participaron de una nueva movilización en Río, donde exigieron aumento salarial, y a la que se sumaron activistas del grupo anarquista Black Bloc que chocaron con la policía, con un resultado de 208 detenidos.
Algunas columnas también demandaron la renuncia del gobernador Sérgio Cabral, del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado a la presidenta Dilma Rousseff. Cuando comenzaba la dispersión de los maestros, se sumaron a la concentración los militantes del grupo anarquista, que atacaron cinco sedes bancarias, el consulado norteamericano, comercios, edificios públicos y al menos un patrullero policial.
Comerciantes y vecinos del centro carioca vivieron momentos de pánico ante el violento accionar de los manifestantes y la contundente reacción policial, que según denunció la prensa, utilizó armas de fuego para reprimir la protesta, a pesar de que ese procedimiento está expresamente prohibido. Uno de los puntos donde hubo choques más grave fue el Palacio Pedro Ernesto, donde ayer los empleados recogieron vidrios rotos, protegidos por las fuerzas de seguridad.
La Policía Militarizada de San Pablo detuvo al menos a 56 personas por su participación en actos violentos, también ocurridos después de una marcha docente, pero fueron puestos en libertad tras prestar declaración en la comisaría. Las protestas en la mayor ciudad brasileña fueron menos masivas que en Río. Los estudiantes paulistas tienen como principal bandera que el gobernador, Geraldo Alckmin, instituya el cogobierno en la Universidad de San Pablo, la más importante del país, cuyo rectorado está ocupado por manifestantes. (Télam)