Sin dudas, Gaspar Iñíguez jamás se olvidará del partido que Argentinos empató con Boca, el domingo pasado en La Paternal. Es que unos minutos antes del final se resbaló y terminó trabando la pelota con la cabeza, acción que le reportó la pérdida de al menos dos dientes. A pesar de todo, el "Pelado" confesó que lo volvería a hacer.
"Cuando veo la jugada y cuando me pega con el botín en la cara me da un poco de impresión", contó Iñíguez en declaraciones al diario Ole.com.ar.
Aunque reconoce que sus compañeros lo cargan, el volante se alista para jugar el domingo ante Newell's. "Lo que más me dolió fueron los pinchazos del dentista para el tratamiento de conducto. Eso fue durísimo. Te la regalo, ja", explicó el jugador que deberá esperar hasta la semana que viene para poder someterse a una cirugía.