GIGLIO.- Luego de 19 horas de trabajo, el crucero Costa Concordia volvió a estar horizontal sobre el mar Mediterráneo italiano donde naufragó el 13 de enero de 2012. "La rotación terminó. La embarcación ya está apoyada sobre su plataforma", anunció el jefe de Protección Civil, Franco Gabrielli, quien aclaró que "todavía hay que hacer varias pruebas" en la nave, porque uno de sus laterales está "gravemente comprometido" tras encallar frente a las costas de la isla de Giglio y sufrir una grieta de 70 metros en su casco. En el accidente fallecieron 32 personas, de los 4.229 pasajeros y tripulantes que iban a bordo.

Los cuerpos de dos de las víctimas siguen desaparecidos y ahora se los buscará dentro del crucero de 300 metros de largo, 17 pisos de alto y 114.000 toneladas de peso. La operación de reflotamiento costó U$S 800 millones y se usaron 26 cables de acero con una fuerza de tiro de 60 toneladas y 30 cajones de acero llenos de aire comprimido para enderezar el barco. Ahora se lo estabilizará y se lo remolcará al puerto de Grosetto para ser desguazado. El proceso podría durar un año.

"Siento una profunda satisfacción; fue un resultado magnífico tras un año de intenso trabajo, pero aún queda mucho por hacer", aseveró el alcalde de Giglio, Sergio Ortelli. Los vecinos volverán a pasar el invierno con los restos frente a sus costas, apoyado sobre una base, hasta que sea preparado para que pueda volver a navegar. El Gobierno italiano repoblará la zona con flora marina, que se vio gravemente afectada por la presencia del navío.

"Hay muchos daños, pero no es una situación insuperable. Si fue lo suficientemente fuerte como para ser enderezado, lo será como para ser remolcado", afirmó Franco Porcellacchia, ingeniero de la empresa Costa Crucero, propietaria del Concordia y filial de Carnival.

Después de pasar más de 600 días bajo el agua, el estribor del coloso está lleno de óxido y desgastado. El principal temor era que el lado que estaba bajo el agua se rompiera o agujereara en la maniobra, lo que la hubiese puesto en riesgo y quizás causado una contaminación de las aguas por el combustible u otros materiales que podrían quedar en su interior.

El juicio por homicidio imprudente y abandono del barco contra el capitán, Francesco Schettino, que causó el accidente, recomenzará el lunes. (Télam-DPA-Reuters)