PONTEVEDRA, España.- Era una mañana normal en el almacen 24 horas "Poio", cuando un encapuchado entró en escena. Como era de suponerse, pidió dinero de la caja registradora, pero a cambio recibió una curiosa reprimenda y sólo una parte del botín pretendido.

"Vamos a ver. Soy madre de familia. Aquí estoy trabajando. No me jodas la vida, tío, y vete a atracar a otro lado". Con esa frase María José, una de las empleadas del local, trató de negociar con el malviviente para que no le robara. Para sorpresa de todos, algo logró.

Después de unos segundos de discusión, el asaltante y la asaltada llegaron a un acuerdo, dejando una parte del botín en el comercio y otra en manos ajenas. "Él pedía 50 euros, pero terminó llevándose 15", explicó la mujer a "La Voz de Galicia".

La Policía aún no logra dar con el paradero del asaltante, aunque el video recorre numerosos portales y noticieros del país ibérico.