La logística del aparato oficialista, que trabajó para la lista de candidatos a diputado nacional encabezada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, fue arrolladora en las localidades cercanas a la capital tucumana. Cientos de autos particulares y de taxis (identificados con los nombres de intendentes, de legisladores y dirigentes) llevaron ayer a los electores que participaron de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) hasta escuelas de Banda del Río Salí, Alderetes, Las Talitas y Tafí Viejo. La distribución de bolsones, en tanto, se concretó llamativamente durante la noche previa al comicio -a diferencia de lo que sucedió en elecciones anteriores-, según los vecinos que dialogaron con LA GACETA.

La apertura de las mesas, a las 8 de la mañana, activó el andamiaje de los punteros políticos. La maquinaria alperovichista alcanzó su punto de máxima actividad al mediodía: a esta hora, los autos que iban y venían con electores hacían difícil el tránsito por la avenida José María Paz, en Banda del Río Salí, donde se encuentra el Colegio Inmaculada Concepción. Fuentes del oficialismo bandeño señalaron que, en total, emplearon más de 800 vehículos; 500 de ellos fueron movilizados por el intendente Zacarías Khoder y por su hermana, la legisladora alperovichista Camila Khoder.

Un despliegue similar se apoderó de Alderetes, donde también resultó difícil circular por las inmediaciones de los centros de votación debido al operativo "traslado". La mayoría de los autos tenía en el parabrisas la sigla "JS" (perteneciente el intendente Julio Silman). "Las remiserías cerraron porque los choferes prefirieron trabajar para los políticos. De este modo sacan más plata", explicó el comerciante Ricardo Monteros. En la calle calculan que cada propietario de taxi cobró entre $ 350 y $ 400 por prestar el servicio.

En Tafí Viejo también fue impactante el desplazamiento de autos "rentados" por las fuerzas políticas. Fuentes vinculadas al oficialismo de la ciudad ferroviaria dijeron que alrededor de 950 rodados estuvieron afectados al transporte de votantes. El intendente Javier Pucharras habría alquilado la mayor parte de la flota. Lo mismo ocurrió en Las Talitas, donde un gran número de vehículos llevaron la sigla "LM" (por el jefe del Ejecutivo municipal, Luis Morghenstein).

Para que no los denuncien

En las localidades del gran San Miguel de Tucumán, la distribución de bolsas con alimentos a cambio de sufragios ocurrió a la "luz de la luna". Rosa Albarracín, vecina de Banda del Río Salí, contó que punteros del oficialismo repartieron dádivas durante la noche previa. "Hicieron eso para que no los denuncien", opinó. Saúl Rodríguez, de Alderetes, aseguró que también hubo casos de operadores que entregaron vales para canjearlos por bolsones. "Me dieron un papel con el que puedo ir a la casa del puntero. Ya no reparten en el mismo día y abiertamente, como sucedía antes", manifestó.

Tristeza en la fiesta

La posibilidad de sufragar a los 16 años fue una de las novedades de estas PASO 2013. En Tucumán, según datos oficiales, unos 18.000 menores de 18 se inscribieron como electores. Yesica Fernández, de 17 años, fue una de ellas. "No estaba muy al tanto de quiénes eran los candidatos. Mi familia me ayudó a conocer los nombres y alguna de las propuestas. La experiencia fue linda y volveré a votar en octubre", relató la joven, que vive en Tafí Viejo.

La posibilidad de participar de un acto electoral no fue lo único que movilizó a los adolescentes. El despliegue de autos para llevar votantes y el reparto de bolsones protagonizaron "la fiesta de la democracia". "Es triste que los políticos se aprovechen así de los pobres y de los que sufren necesidades. Los jóvenes tenemos el deber de cambiar esto", expresó Silvia Frías, que votó por primera vez en una escuela de Banda del Río Salí.

EL EFECTO DEL PLAN.- Vecinos de Banda del Río Salí y de Alderetes coincidieron en que la entrega de bolsones a cambio de votos es una práctica que se extendió desde hace muchos años en la zona, y destacaron que muchos habitantes, sobre todo de los barrios más carenciados, tienen miedo a exponer esta práctica. "La gente sabe dónde se reparte y quiénes son los punteros. Pero muchos vecinos reciben planes sociales de los políticos. Entonces, por miedo a perder esa ayuda, no se animan a denunciar", comentó Nélida Suárez, del barrio Santo Cristo.

MENOS CHICOS DE LOS ESPERADOS
.- Autoridades de mesa de la escuela Crisóstomo Méndez, de Banda del Río Salí, enfatizaron que fueron pocos los jóvenes de 16 años que se acercaron a las urnas. Según comentaron, al mediodía se registró el mayor movimiento de votantes y se esperaba que los adolescentes llegaran a partir de la siesta. "Creíamos que muchos podrían haber madrugado. Por eso pensábamos que iban a aparecer después de almorzar. Sin embargo, hubo muy pocos votos de jóvenes", afirmó el miembro de una mesa electoral que pidió no ser identificado.