Cuenta Vera Farmiga que el rodaje de "El conjuro" fue una experiencia que no olvidará jamás. Le tocó conocer a Lorraine Warren, la investigadora de fenómenos paranormales que protagonizó la historia en la que se basa la película. "Mi acercamiento a ella fue sagrado -reveló la actriz-. Estoy fascinada por esta mujer. Es amable, empática, curiosa, ama a la gente, a los animales... A pesar de haber vivido toda esa oscuridad, aún conserva esa impronta positiva". Teniendo en cuenta la trama de "El conjuro", es casi un milagro que la señora Warren mantenga esa vitalidad.
Estamos ante una de las producciones más espeluznantes de los últimos tiempos. Y basada en hechos reales, como quedó establecido.
Es 1971. Carolyn y Roger Perron (Lili Taylor y Ron Livingston) se mudan con su familia a una casa de campo en Rhode Island. De inmediato empiezan a desatarse extrañas fuerzas en el hogar. Terroríficas fuerzas. Desesperada, Carolyn contacta a Lorraine (Farmiga) y Ed Warren (Patrick Wilson). Ellos ponen manos a la obra y descubren un embrujo satánico que se ha ensañado con los Perron. ¿Como detenerlo?
De acuerdo, es un encadenamiento de tópicos transitados por el género. La clave es cómo gambetear los clichés del terror para que la película funcione, y James Wan es un experto. "El desafío era tratar de que el filme pareciese tan real como los miembros de la familia Perron y Lorraine me habían contado la historia. Debía dar miedo de verdad, ser efectivo", apuntó el director de origen malayo.
Wan pintó el guión de Chad y Carey Hayes con una paleta sombría. Tan escalofriante como los ambiantes de la casa ubicada en Harrisville, locación que el director no se animó a visitar. "No quise ir, ni loco -confesó-. Es que soy muy asustadizo, no me gusta tentar al destino. No me vas a creer, pero cuando tengo que ver una película de terror que yo no hice, debo hacerlo con alguien. No puedo solo".
Toda una sorpresa si hablamos del director de "El juego del miedo" (la primera), "Sentencia de muerte" y "La noche del demonio" (de la que pronto habrá una secuela). No obstante, Wan anticipó que no le interesa rodar una segunda parte de "El conjuro".
Lo difícil será que la productora FilmDistrict no le saque el jugo. "El conjuro" fue un negocio fabuloso que ya multiplicó por diez la inversión. Y eso que todavía falta la taquilla internacional, las ganancias del pase a DVD y a la TV por cable...
Desde el estreno en Estados Unidos "El conjuro" se ríe a carcajadas de los tanques multimillonarios. Sigue llenando salas gracias a la mejor de las propagandas -el boca a boca- y demostrando que quienes consideran al terror un género menor se equivocan de cabo a rabo.
¿La fórmula? Sustos. Y de yapa, la formidable presencia de Vera Farmiga.