BUENOS AIRES.- Diana Saettone, esposa del portero Jorge Mangeri, único detenido por el crimen de Ángeles Rawson, reiteró su pleno apoyo y confianza hacia su marido, a pesar de las muestras genéticas que lo involucran en el caso y las contradicciones durante su declaración testimonial ante la fiscal María Paula Asaro.

Envuelta en llanto, la mujer, fue contundente: "Jorge no es un monstruo capaz de hacer eso. Pongo las manos en el fuego por él, doy mi vida. Si a mi marido lo involucran, prefiero que nos maten a los dos", dijo Saettone, quien sufre además de cáncer de tiroides.

La mujer descartó que su esposo pudiera tener una doble personalidad, y sostuvo que le cree y le va a creer "hasta la muerte". "Es un hombre bueno", dijo a la revista "Gente", y tildó de "ridícula" la versión que indica que Mangeri habría matado a Ángeles "sin querer".

El caso

Angeles desapareció en la mañana del 10 de junio cuando volvía de su clase de gimnasia y, según probaron las filmaciones, llegó hasta el edificio donde vivía, aunque nunca ingresó a su departamento de la planta baja.

Su cadáver apareció recién a la mañana siguiente en el predio de la Ceamse de José León Suárez, partido de San Martín, hasta donde llegó mezclado con basura luego de haber pasado por un camión compactador.

En la madrugada del sábado 16, Mangeri se autoincriminó, según el informe de la fiscalía, pero en los últimos días sus abogados Miguel Angel Pierri y Marcelo Biondi lo negaron.

En las últimas horas se conoció que una mujer que repartía volantes de una inmobiliaria denunció a Mangeri en una comisaría de la Policía Federal. Según dejó asentado, el portero le habría ofrecido $ 100 para mantener relaciones sexuales en el sótano del edificio, hace dos años.