CONCEPCIÓN.- Un rosario de alrededor de 500 viviendas, algunas precarias y otras más vistosas, se extiende a lo largo de lo que fue el ramal del ex ferrocarril Belgrano, en el tramo que va desde esta ciudad hasta Arcadia. Si se toma hasta Famaillá, se estima que la cifra supera las 3.000. Es decir, en todo ese trayecto viven unas 15.000 personas. Algunas familias se instalaron al borde de las vías, pero otras levantaron sus casas sobre el tendido, tras arrancar rieles y durmientes. No hay ni vestigios de lo que fue el servicio de transporte. Tampoco, de las supuestas obras emprendidas en 2004 para reactivar los viajes de pasajeros entre la capital y "La Perla del Sur".

Las supuestas maniobras para la concreción de esos trabajos e, incluso, que estos se hayan realizado, es investigado por la Justicia Federal por una denuncia de 2009 de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. En ese contexto, el juez Claudio Bonadío citó la semana pasada a indagatoria al sindicalista José Pedraza, al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime y a los responsables de la empresa adjudicataria (Luis Carlos Zonis S.A), entre otros, por el delito de defraudación a la administración pública y abuso de autoridad. En las últimas horas se conocieron dos informes oficiales contradictorios de áreas dependientes del Ministerio del Interior: un documento de la CNRT consigna que las obras se terminaron y uno de la Subsecretaría de Transporte Ferroviario afirma que no se concretaron por la imposibilidad de reubicar a los ocupas. Las presuntas irregularidades, que involucrarían más de $ 8 millones, habrían implicado la evasión de controles y supuestos pagos por adelantado a Belgrano Cargas S.A. Según pudo saber LA GACETA, los asentamientos datan de más de seis años, poco después del anuncio de reactivación del "cochemotor" que, en el siglo pasado, movilizó a miles de tucumanos del sur.

"No tenemos dónde ir"

"Vivir en las vías es vivir en la zozobra de no saber si mañana o pasado vendrán los gendarmes a sacarnos de aquí. La Justicia Federal nos intimó a que dejemos este lugar, pero no tenemos dónde ir. Tengo siete hijos y lo que gano es apenas para sobrevivir", contó Ricardo Olea, un trabajador del limón. Ocupó dos ambientes del derruido edificio en el que funcionó la ex estación de trenes de Arcadia. Ahí también se instalaron otras dos familias sin techo. Olea lleva ya seis años en ese sitio. "Ante la Justicia dije la verdad, que no tenía adónde ir. Y que no pretendía quedarme con este lugar. Que si conseguía otro sitio mejor, me iba", apuntó.

No sólo esta ex estación es utilizada como albergue, sino también las de Río Seco, Acheral y Villa Quinteros, entre otras. Olea ni ninguno de los ocupantes consultados creen que el servicio pueda volver a funcionar. "Es imposible que el tren regrese. Igual, nosotros por cualquier cosa nos instalamos a la orilla del ramal. Pero para que eso suceda ahora, se va a tener que desalojar a miles de familias que, como la nuestra, no tienen dónde caerse muertas", sentenció Esther Carrasco, otra ocupante de Arcadia, madre de seis hijos. "Desde que estamos aquí nadie nunca nos dijo que el tren iba a volver. O que se tenía pensado hacer algún trabajo", añadió la mujer.

Restos de rieles desperdigados por la zona del ex ramal y cimientos de construcciones nuevas revelan el avance permanente de las ocupaciones. "Los terrenos de las vías se convirtieron en tierra de nadie. Mejor dicho de los que no pueden conseguir una casa y también de algunos aprovechadores que levantan construcciones y luego las venden", explicó Jesús Díaz.

La naturaleza también hizo estragos sobre la red ferroviaria. Unos 100 metros del puente sobre el río Gastona fueron arrastrados por una creciente de hace varios años. Lo mismo sucedió con el viaducto de Monteros. En los lechos de ambos permanecen esparcidos restos metálicos.

En Concepción y en Monteros las autoridades municipales evitaron que las ex estaciones sean ocupadas. Las destinaron, mediante convenios con el Gobierno nacional, al funcionamiento de áreas estatales. En un sector del predio ferroviario ubicado en "La Perla del Sur" se levantó un centro cultural y se prevé instalar una Unidad de Acceso al Conocimiento (UAC), según detalló el intendente Osvaldo Morelli.

Ofuscado

"No tenemos nada que ver". Así respondió ayer el gobernador, José Alperovich, al ser consultado sobre la investigación judicial y la denuncia del senador José Cano (UCR) acerca de los $ 8 millones que habrían sido "desviados". Visiblemente ofuscado, deslindó responsabilidades. A continuación, el diálogo con LA GACETA:

- Cano dice que se habían asignado $ 8 millones a Tucumán.

- ¿Qué llegó la plata a Tucumán? No, infórmese bien.

- Denunció que se tendría que haber realizado la obra.

- Bueno, pero no es por un problema nuestro entonces.

- Entonces, ¿de quién es el problema?

- Bueno, no sé. Averiguá vos, que sos el periodista. A la provincia de Tucumán no llegó nada. Lo que te pido es que averigües bien porque si no queda muy mal que un periodista de un diario de gran prestigio como es LA GACETA no entienda lo que dice. La verdad es que a Tucumán no llegó absolutamente nada y yo siempre te dije a vos y le he dicho a todos que cuando mejor y más se investigue al Gobierno mejor es. Yo no tengo drama en que me investiguen todo lo que sea necesario. El que tiene drama es el que roba, el que hace mal las cosas. Cuando uno no roba y hace las cosas bien, mientras mayor investigación haya es mejor. Pero acá a la provincia no llegó absolutamente nada de eso.