Hubo silbidos en la cancha de Sportivo Guzmán, pero de los buenos. Hubo frases con doble sentido que generaron sonrisas picarescas antes que agresión. El debut de Leila Argañaraz como árbitro principal en Primera de la Liga sacó un aprobado, luego del empate 1-1 entre San Jorge y Ateneo. En todos los frentes: el deportivo y el personal.

En lo deportivo, la buena nota se la puso el público. Leila no pasó inadvertida y no precisamente por su desempeño interpretando el reglamento del deporte más popular del mundo. Es que el consejo que partió desde los simpatizantes de Ateneo hacia el masajista nada tuvo que ver con el desempeño que hasta ese momento tenía Argañaraz. "Tocale la cola", se escuchó en una grave y rasposa voz masculina.

El consejo tribunero murió en eso, en un consejo desubicado que voló junto al viento. Y es que tampoco convenía porque, más allá de la tribuna, sólo mandaba Leila y se imponían sus decisiones. Lo había dejado en claro incluso antes de salir al campo a las 16.05: mandó a los jugadores de ambos equipos a ponerse la camiseta cuando fueron a firmar la planilla de juego.

La estudiante de Ingeniería en Sistemas sacó ocho tarjetas amarillas, no expulsó a ningún jugador, tuvo que intervenir dos veces para separar y recibió pocos reclamos. "Creo que cobré lo que todos vimos. Los jugadores se portaron bastante bien y colaboraron", reconoció. Según la residente de Villa Angelina ni escuchó los silbidos piropeadores, menos el "¡cobrá mancha también!" y tampoco el pedido del plateísta al masajista. "Eso es común y yo ya me adapté. Psicológicamente, estoy preparada para todo", sostuvo esperando el próximo desafío.

Habrá sido esa actitud la que llevó al Colegio de Árbitros a depositar la confianza necesaria para que dirija en una categoría más. "Algo vieron y les gustó porque hice sólo cuatro partidos en la B y ya me dieron uno en Primera", explicó con orgullo y algo de sorpresa. El dato es relevante si se tiene en cuenta su meta. Argañaraz está subiendo a buen ritmo la escalera, salta los escalones que llevan a la máxima categoría del fútbol argentino. "La frase que había dicho cuando me hicieron la nota en el diario era que hasta Primera no paro. Ahora vamos con otra: quiero representar a Tucumán en otras provincias", se anima a titular la nota para LG Deportiva.

Durante el partido no se achicó ante el técnico de Ateneo, Víctor Monserrat, cuando tuvo que advertirlo sobre su comportamiento a los 34' del primer tiempo. Pique hasta la línea lateral, encuentro frente a frente. Con los brazos estirados en alto, Leila le hizo la cruz imaginaria. "Basta", se escuchó y fue basta nomás. El combo de arbitraje que ofreció Argañaraz hizo que a los casi 6' del complemento, Daniel Petrella, hombre formador de jugadores en el CEF 18, diera su veredicto: "está dirigiendo bien esta chica". Y siguió sin achicarse cuando conoció el anticipo de que su actuación sería tapa del suplemento. Aunque analizando su discurso el anhelo es que las tapas no la tengan como protagonista. "Pienso que el árbitro debe pasar desapercibido. Ojalá seamos muchas mujeres más. Ya hay siete chicas haciendo el curso y quiero que haya una terna sólo de mujeres", desafió la dama.

PUNTO DE VISTA I
Se ganó un lugar y debe disfrutarlo
Darío Zamoratte
Presidente de la Liga Tucumana de Fútbol

Para el Comité Ejecutivo de la Liga, pero en especial para el Colegio de Árbitros, es muy importante el debut de una mujer en Primera División. Nuestros deseos hacia ella son de éxito, así como también le brindamos nuestro total apoyo, en todo sentido. 

Emocional, sobre todo. No es ninguna novedad que la mujer va a sufrir el doble que el varón. Y no se trata de un tema discriminatorio, sino que a veces los cánticos que bajan desde las tribunas pueden ser hirientes.

Igual, si Leila llegó hasta acá es porque fue superando etapas sola y con el acompañamiento de sus colegas que le permitieron no abandonar su carrera y hoy ver los frutos de tanto sacrificio.

Ojalá siga creciendo y, por qué no, soñando con dirigir torneos de AFA, como sucede con Andrea Loto, de Santiago del Estero. De ella dependerá seguir cumpliendo metas. Confiamos en ella.

PUNTO DE VISTA II
Su satisfacción será nuestra también
Carlos Salados
Titular del Colegio de Árbitros de la Liga

"Cuán esperanzador puede ser el futuro si en el presente se van alcanzando las metas propuestas". Ese es el lema que intentamos materializar con cada uno de nuestros alumnos que comienzan a desandar este difícil camino de ser árbitro de fútbol. Y, a no dudarlo, a una de esas metas está arribando Leila Argañaraz en su debut en Primera con 22 años. Poseedora de muchos de los atributos que se requieren para desempeñarse en la alta competencia, Leila debe continuar capacitándose y alcanzar otras metas. Nuestro objetivo primario es que "juegue" por lo menos siete partidos en el actual campeonato y luego realice el Curso Nacional en 2014. Leila sabe de las dificultades que tiene por delante, por lo que deberá esforzarse y dedicarse. Le auguramos un futuro prometedor, su satisfacción será también nuestra.