Rambo es adicto al Fernet Branca. Alf juega al "chancho va" con su familia. En la fachada del Cubil Felino de los Thundercats hay un asador caliente a la espera de unos chinchulines crudos.

Hay que ser Alfredo Núñez para jugar con la imaginación. Él inventa vínculos entre sus series de televisión favoritas y las costumbres hogareñas de los tucumanos, y luego los dibuja en un lienzo. Su creatividad vuela gracias a los juguetes que amontona en su habitación de soltero. Pero está casado y tiene un hijo de 10 meses. Virma, su mujer, le hizo una broma una vez. "Esta es la habitación de soltero", avisó. Quería explicar de alguna manera el retroceso temporal que protagoniza su marido cada vez que mueve el picaporte de la puerta que conduce a ese rincón.

"Frido" -para los amigos- exhibe allí más de 200 objetos de colección. Muñecos de personajes de series de televisión de los 80, en su mayoría, y accesorios afines. "Empecé a coleccionar por añorar las cosas que tenía cuando era chico y no había cuidado. Es como tratar de retener ese espacio de tiempo que uno ha vivido para verlo y evocarlo", explica.

Pelotón de plástico
En el vasto muestrario, que huele a plástico de diferentes épocas, hay verdaderas reliquias: réplicas de He-Man y compañía, los Thundercats y sus enemigos (versiones varias), El Señor de los Anillos, Batman y los villanos, Rambo, el Capitán Kirk y toda la tripulación del Enterprise (Star Trek), y el universo de "Star Wars" (la flota completa de naves especiales más figuras emblemáticas y otras no tanto: Han Solo, el maestro Yoda, Darth Vader, Chewbacca, Luke Skywalker, Obi-Wan Kenobi, Jabba, C-3PO, R2-D2, pilotos imperiales, soldados de asalto y la lista es larga como el pelotón de muñecos en la estantería). 

"Por un lado, la idea que tuve al empezar a coleccionar tenía que ver mucho con el proyecto de tener una familia, un niñito. Bueno, yo también quería mostrarle a mi hijo las cosas que había antes", cuenta "Frido". Aclara que su esposa es psicoanalista y que junior se llama Leandro. "Entra acá y se queda con la boca abierta. Lo dejo que juegue y tire", revela.

La idea
El museo de juguetes se va a exponer en septiembre en Casa Managua. Núñez tiene pensada una cosa así: un televisor emitirá 24 horas del canal de cable infantil The Big Channel, probablemente alguien se encargará de repartir gallinitas comestibles, su colección se exhibirá en vidrieras, y sus pinturas y esculturas adornarán las paredes del bar. 

Para esa ocasión, "Frido" aunará fuerzas con Martín López, otro coleccionista grosso que esconde en el placard de su casa más de 100 pequeños ponys. "Hay santos griales del coleccionismo. Por ejemplo, el He-Man que tenía un ojo torcido. La cosa más rara y defectuosa puede ser el grial de una colección. A los muñecos argentinos les dicen 'los nirvana'. Son raros y feísimos. Las fábricas nacionales no respetaban el diseño original y los pintaban de cualquier color", apunta López.

Ritual de iniciación
Tomar el café con leche frente a la tele mientras pasaban un episodio de Los Halcones Galácticos. En eso consistía el ritual de iniciación en el coleccionismo. "Hay un dicho que tenemos entre los coleccionistas de que todo tiempo pasado fue mejor, y es porque hay una cuestión psicológica al respecto. Uno, cuando pasa el tiempo, tiende a olvidar lo que sintió y después quiere recordar lo lindo. Entonces generalmente el pasado te da esa sensación de nostalgia en la que antes eras feliz. El coleccionismo retro es traer al hoy cosas de esa época con las cuales te identificás", agrega López. 

La cuestión romántica

Para Núñez, por ejemplo, la muerte de su papá (Roque, dibujante, carpintero) fue reveladora. "Empecé a coleccionar personajes de Batman porque mi viejo era fanático. La peli del 89 que dirigió Tim Burton es la única que pudimos ver juntos. Mi papá murió en el 93 y no pudimos ver la segunda parte. Hay como una cuestión romántica con estos personajes y yo quiero transmitírselo a mi hijo", relata.

Y en su muestrario arqueológico se entreveran muñecos del superhéroe, álbumes de figuritas, cartas, cómics, pósters, llaveros, trabas para el pelo con el símbolo de Batman, adaptaciones de películas a historietas, hasta una tapita de gaseosa. "Cuando volvía de la escuela esperaba a mi hermano y a mi viejo, y nos sentábamos a ver tele hasta la noche comiendo golosinas", recuerda "Frido", que también colecciona vinilos y cartas de Los cazafantasmas, Robotech, Freddy Krueger, Mazinger...

"Cuando yo tenía 10 años murió mi abuelo. Esa fue la primera pérdida que me hizo pensar que nadie está para siempre. Tal vez por eso pensamos en una época más fácil de la vida, no sólo la recordás, sino que la traes al presente", explica López, que además es presidente de la Asociación Tolkien en Tucumán. Núñez es su secretario.

A este dúo dinámico ni el Family Game (en su momento) ni la PlayStation (actualmente) les robaron las ganas de acomodar -para siempre y cerca de la almohada- sus muñecos favoritos.

Hacen falta unas "monedas".- "Ser coleccionista es caro. Es importante trabajar para mantener el vicio. Yo no fumo, por ejemplo, pero todos los meses busco una moneda para comprar algo", cuenta "Frido". Los precios varían en los interines del coleccionismo. Un muñeco de Papelería Francesa S.A cuesta $10. "El castillo de He-Man me costó $900", agrega Núñez. López opina que hay muñecos sobrevaluados y que los precios son muy disímiles. "A veces me compro unas alpargatas más baratas para pagar algún muñeco", añade.

Compras on line.- Las compras se realizan por e-mail, Facebook o Mercado Libre. "Más que nada con Face. Los mismos vendedores de Mercado Libre (ML) te contactan por mail y te dicen 'mirá, vos me has comprado tal cosa pero calificame como negativo para que yo no pague el impuesto del sitio y te hago precio'. El mail y el Face son más directos con el comprador. Antes ML te cobraba 'chauchas' para publicar, pero ya no es así", revela Núñez.

Club Tucumano.- El Retro Club de Coleccionismo Tucumano tiene su propia cuenta en Facebook. La iniciativa lleva tres semanas de vida. Los usuarios ofrecen e intercambian estampillas, monedas, figuras de acción y la lista sigue. "A medida que aumenten los integrantes vamos a hacer en conjunto una muestra por año. Es una idea que tenemos en mente", explica "Frido". El club ya cuenta con unos 60 miembros. "Y eso que empezamos siendo apenas seis", desliza entre risas.

El librero
Alfredo Núñez 
Edad: 31 años. 
Estado civil: casado. 
Profesión: artista plástico. Trabaja en la librería El Ateneo. 

Griales de su colección: muñecos y accesorios de Batman (exhibe una máscara del superhéroe de 1940), un peluche de Alf del 87 y los Thundercats del 85 (nacionales e importados).

Película favorita: "Hamlet", de Kenneth Branagh.

Serie de TV: "Star Trek".

Próxima adquisición: un muñeco dorado de RoboCop.

El escribano
Martín López 
Edad: 34 años. 
Estado civil: soltero. 
Profesión: escribano. Trabaja en la administración pública. 

Griales de su colección: una Barbie de 1971, unos 100 Pequeños Ponys de 1983 a 1986, Ositos Cariñosos, casi todos los personajes de los X-Men y muñecos de la serie animada She-Ra (la hermana gemela de He-Man).

Película favorita: "El Señor de los Anillos", de Peter Jackson.

Serie de TV: "X-Men".

Próxima adquisición: "Pumyra", de los Thundercats.