Pánico. Gritos. Corridas. Hordas de gente pidiendo entrar en los negocios, que rápidamente bajaron las persianas cuando escucharon el rumor de saqueos en el centro de San Miguel de Tucumán. Muchos se armaron con palos y cuchillos. La sensación es de descontrol absoluto en las peatonales y galerías.

"Mi negocio se llenó de gente. No sabía si los que estaban adentro querían saquearnos o estaban resguardándose de los saqueadores. Estábamos hacinados. Todo el mundo llamaba a sus familiares. Vivimos escenas dramáticas. Fue un desastre. Cada dos minutos se hablaba de un foco de saqueos diferentes para que la Policía no pudiese hacer nada", dijo S.G., dueña de un local de ropa para niños ubicado en Junín y Córdoba.

Los ambulantes también levantaron sus productos. Algunos de ellos sacaron armas y se agruparon para defenderse. La convulsión lleva ya media hora. Además, hubo focos de saqueos y corridas en Banda del Río Salí y otras ciudades del interior. LA GACETA ©