"Kurt Cobain volvió a la vida en la piel de Paul McCartney", han titulado algunos medios. Probablemente exageraron. Pero, sin dudas, lo que ocurrió el miércoles en el Madison Square Garden fue histórico y emocionante. Con la excusa de un concierto para recaudar fondos para las víctimas del huracán Sandy, el ex beatle se puso al frente del baterista Dave Grohl, el bajista Krist Novoselic y el guitarrista Pat Smears, el "cuarto Nirvana" de siempre.

Aunque Novoselic colaboró eventualmente con los Foo Fighters, el grupo que lidera Grohl, esta fue la primera vez que los sobrevivientes de Cobain se juntaron bajo el nombre de Nirvana. Según los medios estadounidenses, fue el propio baterista quien llamó a McCartney para contarle que no tocaba con sus ex compañeros desde hace 20 años y ofrecerle que participara del concierto ocupando el lugar de Cobain, fallecido en 1994.

El británico aceptó, aunque al principio parecía estar confundido. "En verdad no sabía quiénes eran. Hablaban de lo bueno que era volver a tocar juntos. Les dije '¿qué? ¿ustedes no han tocado desde hace tiempo?' Alguien me susurró: 'ellos son Nirvana. Tú serás Kurt'. Realmente no lo podía creer", declaró el ex beatle a The Guardian. Durante semanas ensayaron en secreto y, en el escenario, McCartney se mostró gustoso. Presentó a cada uno de los miembros de la banda y luego se puso grunge.

Tocaron un tema nuevo, "Cut me some slack". La canción, escrita por Grohl, era hasta ahora inédita y aparentemente su destino final es la banda sonora de una película dirigida por el baterista. En el festival -llamado 12/12/12- se vieron otros artistas de inmensa talla: Roger Waters, el ex Pink Floyd, tocó con el cantante de Pearl Jam, Eddie Veder. También pasaron por el escenario los Rolling Stones, Bruce Springsteen, Bon Jovi, Eric Clapton y Chris Martin. Hubo al menos una persona que no estuvo conforme con el recital: Courtney Love, la viuda de Cobain, quien manifestó que la actuación de McCartney no le interesó. "Otra cosa es que hubiera sido John Lennon", lanzó.