"La masividad de la marcha hace que sea vista por quienes fueron los destinatarios de la protesta. Pero hay una diversidad de planteos de una profundidad tan diferente, que hace que se dificulte mucho la interpretación de lo que pasó. El Gobierno no sólo debe mirar lo que pasa en Capital, sino también lo que pasa en el interior. En estos momentos veo a la Presidenta en un momento complicado, porque hay un momento social complicado para todos los ejecutivos. Es un momento de mucha demanda. Yo creo que cuando uno hace las cosas, las hace porque cree que es la única manera que tiene de hacerlas. Yo no creo que los enfrentamientos en los términos que se llevaron adelante (desde el Gobierno nacional) conduzcan a buen puerto. Pero porque no es mi temperamento. Se pueden defender las cosas con la misma vehemencia sin ubicar siempre a la política en el lugar del enemigo. Creo que en algún lugar hay que poder establecer diálogos. Es muy difícil, después del uso de apelativos, reconstruir relaciones respetuosas". (lapoliticaonline.com)