"La fe, si no tiene obras, está realmente muerta", afirmó el apóstol Santiago en su epístola (2,17). Muchos chicos trabajaron en las II Olimpíadas del NOA de Doctrina Social de la Iglesia (DSI) para ser coherentes con ello.

Según el coordinador regional, Juan Carlos Hourcade, esta estrategia pedagógica busca impulsar el conocimiento de la DSI entre los alumnos del secundario, pero no se queda allí. "Los impulsa a desarrollar actividades sociales para combatir la pobreza, según el itinerario marcado por el Episcopado argentino para el Bicentenario 2010-2016", explicó.

Del acto de cierre participaron el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca; el obispo de Catamarca, Luis Urbanc, referente de los obispos del NOA en Pastoral Social, y el vicario de Solidaridad y Acción Social de Tucumán, Melitón Chávez.

El proceso se inicia con una primera instancia escolar. Los alumnos eligen un problema social buscan información y tratan de encontrar las causas que lo generan. "En la segunda instancia se reflexiona sobre el problema a partir de los documentos de la DSI y de los valores evangélicos, teniendo siempre como base el estricto respeto por la dignidad humana", añadió Hourcade. Por último se plantean algunas propuestas de acción que otorguen soluciones y se ponen en práctica.

Muchos ganadores
El primer premio fue para el colegio María de Rosario, de la diócesis de Orán, por su trabajo "La multiplicación de los panes". Pero ganadores, lo que se dice ganadores, hubo muchos más. Los chicos salteños enfocaron el problema de la desocupación en barrios marginales, se acercaron a un grupo de jóvenes de una parroquia y les propusieron organizarse en una cooperativa. Entre todos construyeron un horno de barro comunitario que les permite hacer pan y venderlo. Y con la ayuda de unos maestros panaderos se capacitó a los jóvenes que participaron del proyecto. Como uno de los objetivos de estas olimpíadas es que los proyectos continúen desarrollándose, el grupo profundizará su acción: buscan conseguir para el barrio un horno industrial.