SANTIAGO DEL ESTERO.- Las prácticas sexuales con animales no son infrecuentes, pero sí anormales, y reflejan una maduración sexual incompleta, según un psiquiatra que analizó el caso del hombre que drogó a una perra, la violó y la mató en un hotel alojamiento de la localidad santiagueña de La Banda.

El psiquiatra Claudio Maravilla explicó que este tipo de prácticas se encuadran dentro de las parafilias, en este caso, la zoofilia. "La práctica no es infrecuente si se tiene en cuenta que existe una evolución en el psiquismo humano para llegar a su etapa de madurez, que dicta e implica una elección de un objeto amoroso. En ese camino del psiquismo hacia una sexualidad madura una persona puede erotizarse con cualquier objeto, en este caso los animales. Es evidente que este sujeto no ha adquirido la total madurez en la elección del objeto sexual", manifestó, según el diario Panorama.

Maravilla resaltó que quienes padecen estas parafilias padecen una perversión. "Un perverso lo es en todo, las prácticas pueden ser varias, en este caso con un animal. El perverso es polimorfo, tiene desplegada su perversión en distintos objetos".

"Habría que averiguar si esta persona no tiene denuncias o exposiciones por acosos previos. Estos casos no necesariamente deben ser por zoofilia. Habría que ver si no fue sometido a tener este tipo de prácticas cuando era chico, no es una patología que aparezca de un día para el otro", indicó. (Diariopanorama.com)