BUENOS AIRES.- Tras siete semanas internado, Pablo Albarracini, el testigo de Jehová que se negaba a recibir una transfusión de sangre, fue dado de alta.

Albarracini había sido secuestrado en su auto por dos delincuentes que lo hirieron gravemente: recibió seis disparos, dos en su cuerpo, una en el cráneo y la otra en la cadera.

El muchacho, de 38 años, había firmado un documento para que no le realicen transfusiones de sangre, de acuerdo a los dictados de su religión.

Su padre recurrió a la Corte Suprema, pero el fallo dictaminó que se respete su decisión. Su esposa, también testigo de Jehová, sostuvo la posición del herido y se opuso judicialmente a la transfusión.

Hoy Pablo se recupera lentamente. En los próximos 45 días, Pablo tendrá la confirmación de la fecha de cirugía para extraer la bala ubicada en la base de cerebro. (Diariopupular.com.ar)