Fueron al menos tres versiones las que escuchó el comisario Jorge Tobar, en la que le informaban que el destino de Marita Verón había sido España. Rosa Galván le contó que en septiembre de 2003, Ramona Alcaraz había llevado a la joven tucumana al país ibérico, junto a otras dos mujeres. Andrea D, una chica que dice haber estado más de ocho años secuestrada, dijo que escuchó a Irma Medina burlarse de los padres de Marita, cuando aparecieron en un programa de televisión, manifestando que la muchacha estaba en España.

Finalmente, a principios de 2005, Raúl Pierri llegó a un hotel de La Rioja donde estaban hospedados Tobar, Susana Trimarco, Daniel Verón y el abogado Saúl Ibáñez, y les dijo que Marita fue llevada a España por "El Pájaro" Rosas, quien "la trajo de vuelta y se la entregó a Gonzalo Gómez", dijo el comisario. El martes, luego de seis jornadas, terminó de declarar el principal investigador que tuvo la causa, y sus últimas palabras giraron sobre la pista "España".

En migraciones

Según relató Tobar, después de que Galván dijo que Marita estaba en España, fue al departamento de Migraciones para determinar si en los registros figuraba la posible salida del país de la joven. "Diariamente salen muchísimo más de 1.000 personas del país, por vía marítima, terrestre o aérea. No obstante el departamento de Migraciones hizo un informe sobre Ramona Alcaraz, cuando salió y volvió", manifestó el ex comisario.

En los registros figuraban varias María de los Ángeles Verón. Una a una las fueron descartando. Eran homónimos. "Se llegó a la conclusión de que si fue sacada del país, es posible que haya sido con documentación falsa", declaró.

El entonces ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Gustavo Béliz, contactó a Tobar con la comisaria Luciana Blanco, jefe de Interpol Argentina, para que colaboraran con la investigación. "Lo que se hizo no me consta, porque los informes de Interpol no fueron glosados a la causa", expresó ante los jueces.

Por las dudas, Tobar envió a España documentación con las huellas dactilares de Marita y de su familia. Lo mismo hizo con las Policías de todas las provincias de Argentina. "Además de los testimonios, la otra prueba que se buscaba eran las prendas de vestir de María de los Ángeles, y con el correr de los años se nos quedó en la nada", dijo quien fuera el primer jefe de la división Trata de Personas de Tucumán.

Bajo una membrana

En 2004, cuando estaba en La Rioja junto a los padres de Marita, un testigo le comentó a Tobar que en el techo de una casa, debajo de una membrana, estaba escrito que a la joven tucumana la habían matado.

"La Policía riojana allanó ese domicilio, que no recuerdo de quién era pero estaba vinculado a la familia de Irma Medina. Subimos al techo y recortamos un pedazo de la membrana de lamiplast con una inscripción que decía algo así como 'Fernando Gómez mató a una tucumana, whisquería Candy'. Eso consta en la causa", manifestó el ex comisario.

Tobar declaró durante seis jornadas. El principal investigador que tuvo la causa describió cómo fueron los primeros días de la búsqueda de Marita, desde el día que desapareció, el 3 de abril de 2002, hasta las distintas pistas que se investigaron.

"Cuando la causa fue elevada a juicio oral, la fiscala Adriana Reinoso Cuello nos ordenó que dejemos de investigar. Desde ese momento, solamente trabajamos en la causa para obtener el paradero de Marita, saber dónde estaba", contó Tobar.


Risas, informes y cansancio

A reír afuera.- Cuando el ex comisario Jorge Tobar habló de un testimonio en el que se mencionaba a Daniela Milhein, la imputada se reía. El gesto no pasó inadvertido para el vocal Emilio Herrera Molina. Entonces le pidió al presidente Alberto Piedrabuena que ordenara el retiro de la sala. "Que se vaya con la risa a otro lado", dijo Herrera Molina. Milhein tuvo que salir y volver luego del cuarto intermedio. 

INFORMES de llamadas.- En cinco cajas grandes de cartón se encuentran las sábanas con los informes telefónicos que se solicitaron en la causa. El martes, la caja número cinco estaba en la sala, por pedido del abogado Roberto Flores. Pero no contenía el informe que requería del defensor. "Pido que traigan las otras cajas", dijo. Como son difíciles de trasladar y se encuentran en el edificio de avenida Sarmiento, la secretaria le advirtió sobre los inconvenientes que generaba el traslado. "Vamos en mi auto si quieren", se ofreció Flores. 

Cansada.- El martes, Irma Medina salió de la sala. Estuvo afuera varios minutos. Dijo que estaba cansada de estar sentada, escuchando al ex comisario Tobar.