LONDRES.- La reputación de David Nalbandian nunca fue la de un señorito inglés. Pero justamente en Londres, terminó de recibirse de chico malo. Pero el tema no quedará en la imagen que los demás tengan de él: tras patear y herir a un juez de línea en la final de Queen's el cordobés será investigado por la policía británica por "presunta agresión". Así es. La Scotland Yard lo tiene en la mira.
"Estamos al tanto del incidente ocurrido en el torneo. Una denuncia fue presentada en la Policía Metropolitana y se está investigando. La denuncia es por presunta agresión", dijo un portavoz de la Policía metropolitana de esa ciudad.
Entonces, a los cargos penales que podría enfrentar, habrá que sumarle la investigación que la ATP cursa por sí misma por "conducta contraria a la integridad del juego". "Ya comenzó y está a cargo del departamento de reglas y regulaciones", señaló Nicola Arzani, de la ATP. La misma pondría en duda la participación de Nalbandian en Wimbledon y hasta su continuidad en el circuito por la violación a "la integridad del juego", presente en el libro de reglas de la ATP. Una multa de 100.000 dólares y una suspensión por tres años también podría caberle.
El autor de la "patada del fin de semana" perdió todos los puntos ganados en el torneo; debió pagar su estadía en el hotel -que le pagaba la organización-; se expone a una multa de hasta 10.000 euros (unos 12.600 dólares) y tampoco cobró el premio de 60.000 dólares previsto para el finalista.
Para colmo, la prensa mundial le dedicó buena parte de sus portadas, páginas y minutos en televisión para criticarlo y hasta burlarse. "En caso de que no lo haya visto aún: el 'foot-fault' de Nalbandian", titula la web de la televisión canadiense CBC, al tiempo que ofrece fotos y videos del incidente.
En el Reino Unido, la web de la BBC fue escenario de un intenso debate. "¿Cuánto va a tardar la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en hacer un asunto político de esto?", se preguntó un lector. Lo único que le faltaría al "Rey" sería esto. Aunque con lo que tiene hasta ahora, le basta para amargarse. (DPA-Especial)