Apenas comenzada la jornada del juicio por el secuestro de María de los Angeles "Marita" Verón, el tribunal tuvo que llamar a un receso para permitir que la imputada Daniela Milheim se calme. La mujer estalló en llanto cuando fue nombrada por el ex comisario Jorge Tobar, principal investigador en la causa tras la desaparición de la joven de 22 años, en abril de 2002.

Tobar continúa hoy su declaración, que ayer se extendió por varias horas, con el relato del testimonio que recibió de una mujer: "Ana María dice que José Alfredo Medina la vende a una whisquería que se llama burbujas en La Rioja, que está cerca del Candy (el prostíbulo donde se denuncia que estuvo la joven tucumana)".

Pasado un tiempo, afirma Tobar, Ana María vuelve a ver a Medina quien le cuenta que a Marita la tenía René Gustavo Marchisio (dueño de una whiskería en Recreo, Catamarca). Cuando el testigo se refirió a cómo llegaron a Milhein, la imputada primero se rió ante un olvido de Tobar, y cuando el presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena, le llamó la atención, ella estalló en llanto. "Es un sinverguenza, no tiene piedad. Soy una madre que perdió dos hijos", repetia, mientras una policía la sacaba de la sala.LA GACETA©