BUENOS AIRES.- El Gobierno anunció ayer, a través del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que el lunes finalizará la intervención en la petrolera YPF, cuando se realice la Asamblea de Accionistas que definirá el nuevo Directorio de la compañía tras la expropiación del 51% de las acciones que detentaba la empresa española Repsol.

De Vido, junto con el viceministro de Economía, Axel Kicillof, dieron a conocer el denominado "Informe Mosconi", que detalla datos relevados durante la intervención y sus conclusiones.

Al respecto, Kicillof acusó al grupo Repsol de haber practicado "mala praxis petrolera" con YPF mientras tuvo su control accionario, llevando a cabo una política deliberada de no inversión, de no aumento de la producción de crudo y gas, y de no cuidado ambiental en los yacimientos a su cargo. "Maltrataron nuestros recursos", advirtió el funcionario, quien detalló que "la compañía ibérica, manejando YPF, redujo a la mitad la producción de petróleo y de gas por falta de inversiones suficientes".

En el mismo orden, refirió que también por falta de las inversiones necesarias y la explotación de los recursos ya disponibles las reservas de crudo y gas son la mitad de las existentes en 2001.

Kicillof denunció que la compañía española no paró sistemáticamente de producir cada vez menos y advirtió que podrán querer echar la culpa al Gobierno, a la situación del mundo, a España, a la Santísima Trinidad, pero esta es la política que estaban llevando a cabo e iban a profundizar en los próximos años.

El viceministro acusó al grupo Repsol de actuar "como lo que es, una trasnacional que usó recursos generados por YPF para expandirse a nivel internacional". "Era una vaca lechera a la que iban a ordeñar hasta la muerte" para girar dividendos al exterior", remarcó.

Los dividendos

Kicillof informó que entre 1998 y 2002 Repsol giró dividendos al exterior en un promedio de U$S 500 millones anuales, que ascendieron a U$S 1.500 millones anuales entre 2003 y 2010.

Los dividendos girados al exterior desde que la petrolera extranjera desembarcó en YPF totalizaron U$S 13.000 millones, una cifra similar a la que pagaron en bonos por las acciones de la compañía, refirió el funcionario.

Kicillof remarcó que para comprar YPF, Repsol "se endeudó hasta la coronilla" y para saldar su deuda utilizó los dividendos y no invirtió lo que la compañía requería para incrementar exploración y producción local.

El viceministro, que ejerció el cargo de subinterventor en YPF, coordinó el trabajo del equipo técnico-económico que desembarcó en la sede central de YPF, con el ministro e interventor De Vido, para hacerse cargo de la empresa tras el desplazamiento de los directivos españoles y del socio local, el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi.

El informe presentado por Kicillof sostiene que las medidas (gubernamentales) encaminadas a administrar los costos internos de la energía, de los combustibles, y de abastecer al mercado interno fue interpretado por la compañía como una amenaza sobre las rentabilidades extraordinarias que pretendía obtener en el país. "Al no poder aumentar los precios locales del crudo en la Argentina, Repsol encaró una clara estrategia de salida del país y una política depredatoria, en términos de producción de hidrocarburos y de desinversión", señaló el documento oficial.

Kicillof destacó que esta actitud es revelada por la documentación hallada en la empresa. "Una vez que canibalizaron a YPF empezaron a vender acciones de la compañía", remarcó el funcionario. (DyN)