"Desde que se implementó el proyecto de escuelas Nuevo Formato, los resultados son sorprendentes. Hay un eje fuerte del modelo que se basa en acompañar la trayectoria de los chicos; en el modelo institucional y en el trabajo en equipo de los docentes. Tiene más horas institucionales y hay alternativas de desarrollo curricular diferentes", asevera la supervisora de la Región 5, Nora Contreras. Se declara fanática de este modelo porque, afirma, se trabaja en devolver la identidad a los chicos. Ella destaca que estas escuelas se caracterizan en un organización diferente a la tradicional: en vez de la clase que todos conocemos, se implementan talleres, seminarios, acciones fuera del aula, actividades comunitarias, trabajos de investigación, y fuerte acción de campo.

"Una de las fortalezas de este modelo es que los docentes tienen más tiempo con los chicos y eso redunda en un mayor aprendizaje para los alumnos y en una mayor pertenencia, tanto de los docentes como de los alumnos, a la escuela. Nos concentramos en la posibilidades que tiene el alumno, y sobre un fuerte vínculo entre alumno y docente", manifestó Contreras.

Sin embargo, APEM y la UDT son dos gremios que han cuestionado el modo de implementación de las entrevistas. Aseguran que estas son una especie de tribunal que evalúa subjetivamente a los docentes. "En este sistema, que muchas veces vulnera derechos adquiridos de los docentes, en relación al puntaje obtenidos en la Junta, no está contemplado en el Estatuto del Docente", aseguró Isabel Ruiz (APEM).

La UDT, a través de su secretario general, Carlos Arnedo, cuestionó también la falta de participación de los gremios docentes en este modelo.