Los argentinos estamos acostumbrados a vivir momentos de crisis. Nada nos toma por sorpresa. Tampoco podemos decir que este momento es similar a lo que vivimos en 2001 y 2002. Hoy existe consumo -a diferencia de ese momento- que hace que los negocios funcionen. Pero aparecen ciertas situaciones que generan incertidumbre: ciertas limitaciones a las importaciones y falta de acceso al dólar, por ejemplo, señala a LA GACETA Daniel Valli, socio y vicepresidente ejecutivo de Mora y Araujo, Grupo de Comunicación.

En los últimos años, los ejecutivos han tenido que lidiar, además de la inflación, con las trabas a las importaciones, con el cepo cambiario, la inflación y hasta la atenta mirada del secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Moreno. Y, frente a esa situación, la gerencia debe adecuar su estrategia a lo que puede venir.

¿Cómo encarar esta situación?

Son numerosas las empresas que ya están encarando la sustitución de muchos de sus productos por otros de producción local.

• Si existe la mínima posibilidad de hacerlo, es algo que debe poner en la agenda ya -si no lo hizo hace meses cuando ya se vislumbraba esta situación-. Si el producto se fabrica afuera, los expertos en management y comercio exterior sugieren estudiar estrategias para definir cómo puede hacer para que parte del proceso productivo esté en Argentina.

• Si el producto está atado al dólar, consideran, hay que buscar alternativas para generar el mayor componente de su costo en pesos. Por ejemplo, algunos desarrolladores inmobiliarios están alineando gran parte del valor de venta de su producto a gastos en pesos.

"Pensemos que una parte de su costo corresponde a insumos locales y a mano de obra y eso está pesificado. Es necesario buscar este tipo de alternativa en forma inmediata", señala un consultor de empresas líderes.

• Estar atentos a los costos es vital. Racionalizar el consumo de servicios públicos, eliminando lo que no sea necesario. Ya estamos viendo como hasta grandes centros comerciales utilizan menos luz o han cambiado sus sistemas por otros de menor consumo o regulan con mayor precisión su calefacción y refrigeración, etc.

• Es hora de mejorar la eficiencia en los procesos productivos y los de administración y ventas. Seguramente en tiempos de mayor consumo, los negocios crecieron en ineficiencias. Con buenos ingresos, uno hace la vista gorda a ciertas cosas. Es hora de analizar sus procesos y mejorarlos. Los empleados pueden ser los indicados para que realicen revisiones y definan propuestas para ahorrar. Al mismo les mostrará que se están haciendo cosas para enfrentar el momento. Pero una empresa funciona si vende y en este caso piense en cómo hacer para vender más. Los caminos?, Varios. Por ejemplo, entender si lo que vende puede ser utilizado para otra cosa, usos alternativos. La prioridad número uno es vender y todos sus empleados deben ser vendedores.

• Las promociones son buenas herramientas, pero siempre están pendiente de no reducir el nivel de calidad de lo que ofrece.

"En situaciones de incertidumbre es clave mantener informados a sus empleados de la situación. Deben entender que salir de la crisis depende también de ellos disminuyendo costos y vendiendo más", indica, por su parte, Valli. No hay cosa más importante que concentrarse en las oportunidades y no en los problemas. Ya tiene demasiados problemas para seguir haciéndose problema. Busque soluciones. Está claro que las fortalezas de su negocio son las harán que salga de esta situación, pero muchas empresas no las tienen identificadas. Aproveche el momento para repensar su negocio. Que no hace que debería hacer y qué hace que debería cambiar. Ya hemos pasado situaciones de crisis y siempre habrá tiempos mejores. Aún en momentos de incertidumbre, es necesario optimismo y pasión para seguir construyendo, puntualiza Valli.