DISTRITO FEDERAL, México.- El debate presidencial entre los candidatos al máximo cargo político del país se vio desvirtuado por un pequeño detalle. Julia Orayen, la modelo encargada de repartir los sobres para definir el orden en el que cada uno de los interesados tomaría la palabra, se robó todas las miradas por su figura y su vestimenta.

Su aparición en escena duró 30 segundos, pero la repercusión de sus actos fue mayor que las de las dos horas en las que los aspirantes al cargo debatieron cuestiones de importancia política, social y económica.

La joven argentina, que fue tapa de la revista Playboy México en septiembre de 2008, lució un ajustado vestido blanco con un pronunciado y llamativo escote, que dejó muy poco librado a la imaginación.

Luego de la discusión, los protagonistas manifestaron incomodidad por la situación, y coincidieron que no era acorde al momento.

Por su parte, desde el Instituto Federal Electoral emitieron un comunicado oficial en el que lamentaron este “desacierto de producción” y manifestaron sus disculpas a la ciudadanía y a los políticos por ese episodio. , y ofreció una disculpa a la ciudadanía y a los cuatro abanderados por ese episodio. (El Universal - Especial)