REFLEXIONES
FELICIDAD OBLIGATORIA
RICARDO COLER
(Planeta - Buenos Aires)

Este autor, médico, fotógrafo, psicoanalista, poseedor de un estilo conciso y reflexivo sobre temas cotidianos que atraviesan inquietudes populares, creador del best seller El reino de las mujeres, se caracteriza por la particular construcción de datos originales surgidos de la contradicción que la sociedad presenta en sus mensajes. Así, en espacios no superiores a las tres carillas, consigue abrir, desarrollar y cerrar con hábil síntesis observaciones de la vida cotidiana. Más de 60 temas son tratados y descritos en significaciones más profundas utilizando el arquetipo freudiano para el análisis de los sueños y de los síntomas, esto es, el contenido latente develando el contenido manifiesto. La descripción está centrada en la relación preexistente entre lo que se entiende con cómo se piensa. Una alusión a la desembocadura de absurdos según lógicas más absurdas o, en el mejor de los casos, más hipócritas.

El autor coloca a la felicidad obligatoria dentro del destino de la mayoría de los ideales, esto es, con insatisfacción asegurada. Puede percibirse un fino cuestionamiento provocador y desafiante de lo políticamente correcto cuando -entre otros temas- se refiere a la institución matrimonio diciendo que es un compromiso que se asume recién cuando la pareja se deja de querer. Compromiso que en ocasiones se extiende ante la inminente disolución garantizando así, paradójicamente, su continuidad.

La inteligencia, como muchos intuyen, es una capacidad que se manifiesta en la diferencia de matices que toda reflexión seria exige. En temas tan delicados socialmente como la diversidad y su influencia en los derechos de mayorías y minorías, el autor aclara que no es lo mismo reivindicar lo que todos tenemos de diferentes que defender lo que todos tenemos de iguales. La construcción y disolución simultánea del tejido social en nuestra compleja realidad actual acentúa la necesidad de enriquecer los puntos de vista desde donde se mira; de ahí dependerá lo que se ve. El prejuicio está desarrollado por la unilateralidad de la soberbia del pensamiento único. Esto ofrece a Coler la oportunidad de "dar vuelta" las cosas, lo que permite leerlo de un modo di-vertido. Un buen escritor es aquél que conserva distancia de las temáticas que lo apasionan para inspirarse más en el deseo que en la voluntad. Coler lo logra y se salva de que su obra quede calificada como de autoayuda.

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Osvaldo Aiziczon