LOS ANGELES, Estados Unidos.- La noche antes de la entrega de los premios Grammy, madre e hija asistiron a la fiesta organizada para los nominados e invitados especiales en un conocido club de Beverly Hills. Lo que nadie imaginaba era que, esa noche, resultara ser la última actuación de Whitney Houston sobre un escenario.

La cantante de soul, Kelly Price, se encontraba cantando en ese momento, cuando Houston subió las escaleras para sorpresa del público presente. La ovación fue generalizada, y no calló ni siquiera cuando Whitney agarró el micrófono y cantó unos versos a capella.