Paul (Mimi Branescu) y Adriana (Mirela Oprisor) están casados desde hace 10 años, viven con su hija en un cómodo departamento y gozan de un buen pasar económico. A simple vista, parecen una pareja feliz, aunque el hombre lleva una doble vida: en los últimos seis meses se ha estado viendo con Raluca (Maria Popistasu), una dentista mucho más joven. El devenir del triángulo amoroso se transformará en una narración fascinante, según la crítica, gracias a la habilidad del director, que logra que cada gesto y palabra adquiera una significación trascendente. En general, se le alabó a "Aquel martes después de Navidad" la virtud de sus planos secuencia, la ausencia de música y la calidad de sus actores, algo cada vez más característico del cine rumano.
Un fascinante triángulo amoroso
EXCELENTE. Los críticos coinciden en que es de lo mejor de la cartelera.