ROMA.- El presupuesto de austeridad de Italia, vital para los intentos de Roma de poner sus cuentas en orden y hacer su parte para tratar de salvar al euro de un colapso, entra en su recta final esta semana con los sindicatos aún en pie de guerra.

El paquete de 33.000 millones de euros de recortes de costos y nuevos impuestos, fue aprobado el viernes por la Cámara de Diputados, luego que el Gobierno de del primer ministro, Mario Monti, que lleva un mes en el cargo ganó un voto de confianza al principio del día. Ahora el proyecto ha pasado al Senado, cuyo líder, Renato Schifani, dijo el domingo que podría pasar antes de navidad. La mayoría de los observadores esperan que esté aprobado el viernes.

Las medidas, que han sido aplaudidas por los socios de Italia de la Unión Europea, recortarán el gasto público, elevarán impuestos y reformarán las pensiones, en una apuesta por recuperar la confianza del mercado en las finanzas del país y equilibrar su presupuesto para el 2013.

El plan de austeridad ha estado en vigencia desde que el Gobierno de Monti lo aprobó, el 4 de diciembre, pero necesita total sanción parlamentaria dentro de 60 días.

La ministra del trabajo, Elsa Fornero, que como todos los miembros del Gobierno de Monti es una experta en su área y no un político, anunció a los sindicatos el domingo que tendrían que ser flexibles. Ella dijo a un periódico el domingo que un artículo clave del estatuto del trabajo de Italia "no estaba escrito en piedra". Conocido como articulo 18, se ha vuelto una vaca sagrada para los sindicatos y piedra angular de sus batallas, porque hace extremadamente difícil despedir trabajadores en compañías con más de 15 empleados. Además dice que los trabajadores juzgados por una corte del trabajo y que han sido despedidos equivocadamente deben ser reinstalados con pagos retroactivos totales. "No estoy diciendo que hay una receta preestablecida (para la reforma laboral) pero también que nada es permanente y por eso invito a los sindicatos a hacerse parte en debates intelectuales abiertos y honestos", dijo Fornero. (Reuters)