"La verdad es que uno mira hacia atrás, hace casi una década cuando empezamos, y nos vemos ahora, aquí en México, y no lo podemos creer. Pero tampoco queremos quedarnos con lo que ya hicimos. Apostamos a crecer y a seguir soñando". A miles de kilómetros de distancia de Tucumán, Fernando Vecchio, guitarrista de Las Pastillas del Abuelo prefiere no ponerse melancólico. Dice que están felices con su presente y anticipa que la polenta que traen se reflejará en lo que hoy sucederá en Floresta, cuando la banda se reencontrará con su público tucumano.
Lo que empezó como una aventura de amigos, allá por fines de 2001, creció con una fuerza que a ellos mismos los tomó por sorpresa. Es que el under les dio un espalda importante, que les sirvió siempre para encarar, despacio pero sin demasiada pausa, proyectos cada vez más importantes. Hace pocos días volvieron del DF. "Fue una gran gira. Tocamos en grandes escenarios, y también para poca gente, en salas y en una feria, algo muy pintoresco, y que nos hizo acordar mucho a nuestros comienzos", advierte Vecchio.
Admiten no ser una simple banda de rock. Es que desde sus comienzos sus integrantes tuvieron en claro que querían hacer música, sin encasillamientos. Por eso fusionan. Y el candombe, el folclore, el jazz, el reggae y hasta el country se meten en cada una de sus composiciones, y ellos saben mixturarlas con el rock. Y ahora que viajan, "chupan" todo lo que tiene para ofrecerles otra cultura. "Estar afuera te sirve para bajar un cambio. El problema es que como somos muchos los que tocamos, no podemos venir con mucha gente y a veces es incómodo por los instrumentos. Pero después todo es buenísimo, aprendemos mucho, y nos gusta relacionarnos con otros músicos, con cosas que no nos pasa en Argentina", explica el guitarrista.
Convencidos
Los pastilleros están presentando "Desafíos!", el quinta disco de la factoría. "Es el que más fácil se está insertado en la gente. Y eso está bueno. La gente ya sabe quiénes somos, qué hacemos, lo que buscamos. Estamos alcanzando una etapa de maduración musical", aclara. "Nosotros mezclamos, fusionamos, pero lo que nos gusta. No hacemos de todo, no se podría ni queremos. Estamos convencidos de que hacemos canciones, queremos que la gente se sienta reflejada, a nosotros lo que nos interesa son las letras", dice Vecchio, sin tener muy claro la diferencia horaria entre México y Argentina y que, uno de los dos, o el periodista o el músico aún están medio dormidos.
"El show es presentación de disco. Estamos con muchas ganas de tocar. Va a haber temas de los trabajos anteriores, pero estamos muy enfocados en ?Desafíos!?. Puede sonar obvios, pero el nombre nos impone una búsqueda. Es lo que queremos en este momento. Encarar los desafíos y superarlos. El show en Tucumán es otro desafío más", advierte.
Todos juntos
Y siendo una banda grande (siete), explica que para muchos podría ser un problema la parte compositiva. Pero no. "Somos metódicos. Quien compone trae todo, con letra y armonía, y después los arreglos los hacemos entre todos", dice. Y en esto también tiene que ver que todos los miembros de la banda se formaron musicalmente con estudio. Es decir, cada uno de ellos es "maestro" de su instrumento. Y la palabra maestro tiene connotaciones. Es que hasta antes de "dar el salto", casi todos se ganaban la vida... si, enseñando música. "Todos nosotros fuimos alumnos, y luego enseñamos. Fue una gran época. Pero ya no podemos hacerlo. No podemos decir ?si, me voy a hacer cargo de tal clase?, cuando en realidad no sabemos si la semana que viene vamos a estar tocando en otro país", indica Vecchio...desde otro país.
Y allí es cuando Fernando mira hacia atrás. "Todo está enfocado en seguir creciendo. Uno ve donde está y se pone contento. Nosotros queríamos componer, editar, grabar y salir de gira. Y estamos logrando todos los objetivos. Siempre tenemos cosas lindas por las cuales brindar", cuenta. Y esta noche las copas se alzarán otra vez. Será bueno intoxicarse con estas pastillas...