A los ocho años ya soñaba con cantar "Puerto Montt" como EduardoFranco. También se imaginaba, al escuchar "El desengaño", tocando la primera guitarra igual que Pepito Leoni (Leonardo Franco). Cuando sonaba "Felicidad... Felicidad" no descartaba ejecutar el órgano y los teclados al estilo de Febro (Jesús María Febrero Galán). Inclusive, más de una vez, al deleitarse con "Toda la gente" se veía como Juano (Juan Carlos Velázquez Bentancourt) en la batería. Asimismo le fascinaba la posibilidad de ejecutar el bajo de Burgués (Hugo María Burgueño) o de última, la guitarra rítmica de Bosco (Juan Bosco Zavalo). "Ellos eran los seis integrantes originales. Los fundadores del grupo", explica a LA GACETA Ricky Parrado, el apasionado, memorioso y verborrágico músico tucumano que hizo realidad el máximo anhelo de su niñez: convertirse en integrante de Los Iracundos. Hablamos de uno de los conjuntos más emblemáticos y conocidos en el mundo del pop de habla hispana.

En una tertulia de bohemia, un ignoto pero talentoso guitarrista comentó que la música es el arte más directo. Porque entra por el oído y va directo al corazón. Sin ella -explicó aquel virtuoso de noches de acordes y de copas-, la vida le parecía un error. Apreciando cómo disfruta una persona con la música se descubre que el sólo hecho de escucharla logra que la soledad se esfume. O mejor aún, que se pueble de vitalidad. Entonces ¿qué descripción le cabe a quien no sólo la disfruta sino que también la compone e interpreta?

Ricardo Parrado Galván adoptó el seudónimo de Ricky Parrado por sugerencia de Los Iracundos. Hoy, a los 52 años, tiene mil historias para contar sobre su relación con la banda. "No debe haber un hogar de Latinoamérica en el que no haya un disco del grupo, que nació en Paysandú (Uruguay) como los Blue King y luego, en la Argentina, se convirtió en Los Iracundos. El mánager y coautor de los temas, Cacho Valdez (Carlos Mosenkys) y el Indio Gasparino (Facundo Cabral) fueron los descubridores de la gallina de los huevos de oro. Las canciones siguen vigentes y parecería que nunca se extinguirán", enfatizó Ricky. Él es hermano mayor de Gustavo Parrado, integrante de QV4.

El sexteto alcanzó fama internacional a mediados de los 60 con temas románticos juveniles. ¿Más clásicos? "Calla", "Todo terminó", "La lluvia terminó", "El triunfador" y "Es la lluvia que cae", incluidos en los larga duración "Iracundos de América" e "Iracundos en Roma". "Fueron los long play más exitosos de esa década; incluso llevaron al grupo a incursionar en el cine", subrayó Parrado, que nació en Barrio Jardín.

"?Puerto Montt? -continuó- es sin duda el tema símbolo del grupo que lideraba Franco. Lo grabaron el 16 de octubre de 1968 en los estudios de RCA-Argentina y lo presentaron el 11 de noviembre de ese año en el IIº Festival Buenos Aires de la Canción. La composición obtuvo el segundo puesto", se explayó Parrado, padre de cinco hijos -cuatro mujeres (María Florencia, Carla Julieta, Yamila Nazarena y Josefina) y un varón (Julián)-. Él se define como guitarrista, pianista, cantante vocalista y dibujante humorístico.

"Mi pasión por Los Iracundos fue marcando mi vida -confesó-. Una noche de sábado de canaval, en 1976, y luego de presenciar sus recitales en diferentes teatros y clubes de Tucumán y de Santiago del Estero me contacté con Pepito Leoni. Ellos actuaban en Central Norte. Le conté que hacía música. Al día siguiente me invitó a visitarlo al hotel Claridge".

Concertista y docente

"La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido", decía Leonard Bernstein. Y Ricky Parrado es músico de vocación y por formación académica: "estudié en la UNT y en el conservatorio Ginastera de Morón, en Buenos Aires. Durante 15 años ejercí la docencia y hoy sigo enseñando aquí".

Se jacta de ejecutar más de 20 instrumentos: piano, órgano, armonio, armónica melódica, guitarra española, clásica y eléctrica; además de bajo eléctrico, banjo, mandolina, cítara, violín, viola, violoncelo, contrabajo, batería, timbal y accesorios de percusión. También se catologa, formalmente, como un músico clásico de Beethoven y de Mozart. En la década del 80 presentó varias veces -en nuestra provincia- el concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, por quien dice sentir fascinación.

El 30 de diciembre de 2007 se desvinculó de Los Iracundos de Febro y en 2008 instaló un Estudio de Arte Musical, en San Martín al 600. Armó su propia banda y sigue interpretando la música de Los Iracundos.