¿Qué podemos esperar del reestreno de una película que es perfecta? ¿Qué más le puede sumar a aquellos que ya la han visto decenas de veces, sobre todo en la comodidad de su casa? ¿Cuál puede ser el negocio de reponer la primera parte de una trilogía que está dentro de las tres más influyentes de la historia del cine, más teniendo en cuenta que es prohibida para menores de 16 años y que dura ¡casi tres horas!? Todas las preguntas remiten indefectiblemente al nombre de la película: "El padrino".
Luego de dos filmes también considerados de culto (con las obvias diferencias) como "Volver al futuro" y "Top Gun" (esta última no llegó a Tucumán), el reestreno de la obra cumbre de Francis Ford Coppola despertó un inusitado interés en el público de Buenos Aires. Y los empresarios locales no tienen dudas de que en Tucumán sucederá lo mismo.
La película se estrenó en marzo de 1972. Va a cumplir 40 años. Y, al principio, nadie creía que sería considerada como una obra maestra. Muchos sostenían que trabajar con el cascarrabias de Marlon Brando traería problemas. Y que nadie se interesaría por esa familia siciliana que hacia sus negocios en Estados Unidos. ¿Cómo? Aún hoy, con cuatro décadas en la espalda y dos secuelas, en la obra inspirada en los libros de Mario Puzo hay detalles que se redescubren, elucubraciones que no cierran y tela para intuir que, más allá de la ficción, es una obra tan real como la que se vive en cualquier sociedad.
Ganó tres Oscar (mejor película, mejor actor para Brando y mejor guión adaptado). Y llega otra vez a la pantalla grande a partir de una apuesta internacional de la compañía CDI Films, que se encargó de la restauración en formato digital (2D, tampoco puede ni debe ser todo en 3D), y localmente de Sir Chandler, el creador de la página web Cinesargentinos.com. Para los que ya la vieron nunca está de más volver a hacerlo. Y para los que no es la oportunidad de disfrutar en serio del mejor cine del mundo.