BUENOS AIRES.- Antes del comienzo de un nuevo ciclo de Gran Hermano, se rumoreaba que esta vez las reglas serían más rígidas que nunca. Y a tres semanas de iniciado el juego, parece que esto se comprueba. 

En la tercera gala de nominación, la producción optó por sancionar duramente a Rodrigo enviándolo directamente a la placa de sentencia, y despojándolo de $50.000 del millón con el que ingresó a la casa. 

En los días previos a las votaciones, el joven insinuó sus intenciones e instó a sus compañeros a apuntar en la misma dirección. Tapando las cámaras y los micrófonos, haciendo gestos y escribiendo sobre el cuerpo de los demás competidores, el participante buscaba cómplices y terminó nominado. 

La situación se agravó, además, porque es la segunda semana consecutiva en la que Rodrigo incurre en esta violación al reglamento del juego. Ezequiel y Mariana lo acompañarán en la placa, y el público será el encargado de determinar su suerte. (Especial)