A River se le agitó lo que parecía una semana sin olas. Lo que era una mañana de tranquilidad en Ezeiza se convirtió en una mueca de preocupación.
"¿Dónde está Ramiro Funes Mori?", empezaron a preguntarse los periodistas. Y la respuesta llegó rápido: el defensor, hermano del delantero Rogelio Gabriel, tuvo que dejar la práctica a las apuradas. Tenía un malestar que, a las pocas horas, se confirmó que era una apendicitis. Anoche fue operado y no volverá a jugar hasta el año que viene.
Al técnico Matías Almeyda se le abrió una duda. Ahora tiene un puesto a resolver para recibir el domingo a Atlético. El menor de los Funes Mori recién había debutado el sábado pasado, en Jujuy, durante el 4-1 de River a Gimnasia, por lo que no puede hablarse de pieza clave de la defensa. Sin embargo, su rendimiento había sido satisfactorio y se daba por seguro que volvería a ser titular.
Su reemplazante se resolverá hoy: River tiene defensores centrales de buen nivel.
Cambio cambio
Funes Mori había entrado por Alexis Ferrero, quien parece haber entrado en desgracia. Tuvo errores puntuales en los partidos contra Atlanta (le cometió penal a uno de los hermanos Soriano), Huracán (de ahí llegó el gol de Gastón Machín), Instituto (se le escapó Paulo Dybala y la pelota pegó en el palo) y Aldosivi (quedó en desventaja un par de veces).
Ferrero, a su vez, había reemplazado a Agustín Alayes, de flojo nivel en los partidos en los que había jugado al comienzo del torneo.
Lo que se estimaba ayer era que, sin contar a Ferrero ni a Alayes, Almeyda tiene que elegir entre tres centrales. Adalberto Román, cuyo último partido fue en la Promoción de ida contra Belgrano (la noche en que cometió el grosero penal) o los juveniles Germán Pezzella y Leandro González Pires, ambos de buenos rendimientos en el Mundial Sub 20 y en el reciente Panamericano de Guadalajara. El segundo central será, lógicamente, Jonatan Maidana. (Especial)